A raíz de las afirmaciones sin fundamento de Donald Trump de que las elecciones de 2020 que eligieron a Joe Biden fueron robadas, una ola de candidatos que niegan los resultados de las elecciones ha llevado a algunos candidatos demócratas latinos a ponerse en primera línea contra la perpetuación de estas mentiras.

El demócrata latino Adrian Fontes, un infante de marina y ex administrador electoral del condado de Maricopa, se postula para el puesto de supervisión de las elecciones de Arizona. Su oponente es el legislador estatal republicano Mark Finchem, un negacionista de las elecciones de 2020 y miembro autoidentificado del grupo de milicias de extrema derecha “Oath Keepers”. Arizona no tiene un vicegobernador, por lo que el secretario de estado es el siguiente en la línea para suceder al gobernador, según NBC News.

“Mi oponente representa una amenaza importante, un peligro real y presente para nuestra democracia, y preferimos pelear esta batalla con papeletas que con balas, y así lo venceremos, en las urnas. Es la última persona que quieres que sea el guardián del sello del estado de Arizona”, dijo Fontes a NBC.

En Nevada, el demócrata Cisco Aguilar, abogado y empresario, está en una reñida carrera contra el republicano Jim Marchant (respaldado por una coalición de extrema derecha que apoya una teoría de la conspiración, el "QAnon"), y que apoya a candidatos que niegan las elecciones de 2020, lo que motivó a Aguilar a postularse para Secretario de Estado.

“Las carreras electorales para secretario de Estado, a menudo un trabajo de bajo perfil, se han convertido en el eje de la lucha de este país sobre cómo se llevan a cabo las elecciones estadounidenses, ya que los secretarios de Estado suelen ser los funcionarios de más alto nivel que garantizan elecciones justas y precisas en sus estados”, según NBC.

También en Nevada, la senadora Catherine Cortez Masto, demócrata y la única miembro latina del Senado de los EE. UU., está en una carrera reñida contra el republicano Adam Laxalt, quien dijo que las elecciones de 2020 fueron "amañadas".

“La narrativa de negación de las elecciones, aceptada por la mayoría de los republicanos, ha cobrado impulso a medida que la población latina y su electorado han crecido, coincidiendo con leyes que exigen la identificación de votantes después de una participación récord de latinos y otras minorías raciales y étnicas en la elección del expresidente Barack Obama”, como señala NBC.

Una encuesta de seguimiento reciente realizada por la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO) encontró que casi 2 de cada 5 latinos (38%) cree que es cierto o casi cierto que hubo trampa y fraude electoral en 2020, y que Trump fue el verdaderoganador de las elecciones.

Según NBC, “hay varios candidatos republicanos latinos que también niegan las elecciones, como Anna Paulina Luna, una republicana que se postula para la Cámara de Representantes de los EE. UU. para representar al distrito 13 de Florida. Le dijo a Paola Ramos de NBC en un especial de junio que no cree que Joe Biden sea el presidente legítimo. Además, los que niegan las elecciones, como la candidata republicana a gobernadora de Arizona, Kari Lake, quien se negó a responder cuando se le preguntó si aceptaría los resultados si perdía la carrera para gobernador en noviembre, están publicitando la cantidad de seguidores latinos”.

El Director Asociado de Investigación de Políticas Estadounidenses y del Centro para Latinas de la Universidad Estatal de Arizona, Francisco Pedraza, dijo a NBC que la negación de los votantes todavía está “abrumadoramente concentrada entre los blancos no hispanos” y, dijo, le preocupa “el riesgo de que la negación electoral se traduzca en violencia y que vá, o podría enfocarse potencialmente, en los latinos como los villanos”.

“Las denegaciones de elecciones ya se han convertido en leyes cada vez más restrictivas para los votantes, y los candidatos están vinculando la seguridad fronteriza con el fraude electoral por parte de inmigrantes que no están legalmente en el país”, dice NBC citando un informe en The New York Times. "El año pasado, Texas, donde se cree que los hispanos ahora superan en número a los blancos, aprobó una ley electoral que requiere que su secretario de estado revise regularmente las listas de votantes y verifique sus estatus de ciudadanía".