Un grupo de demócratas comenzó a presionar al gobierno de Biden para que hiciera posible el proceso de apelación de deportación en Estados Unidos. Los legisladores argumentan que los mecanismos actuales son ineficaces e insuficientes y, en ese sentido, piden la creación de una oficina centralizada en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para procesar las apelaciones de deportación, según un artículo de The Hill.

Actualmente, la ley estadounidense permite que los deportados presenten su caso para regresar al país, pero el proceso de apelación puede ser complicado. De los tres mecanismos existentes, dos involucran al “Immigration and Customs Enforcement”, la institución responsable de las deportaciones, lo que deja a los recurrentes con pocos recursos y sin un interlocutor gubernamental claro para defender su caso.

Los demócratas no piden que se permita el regreso inmediato de las personas deportadas, sino que se cree una unidad centralizada en el Departamento de Seguridad Nacional para procesar tales casos. La propuesta se financiaría con el presupuesto existente del departamento y no requeriría la acción del Congreso.

“La unidad DHS propuesta reflejaría una organización similar lanzada el año pasado bajo Mayorkas llamada ImmVets, que brinda asistencia de inmigración a veteranos militares estadounidenses que no son ciudadanos, incluido un centro centralizado para procesar apelaciones para regresar después de la deportación. [...] Según los legisladores, la creación de tal cámara de compensación no requeriría la acción del Congreso y podría financiarse con el presupuesto existente del departamento”, según The Hill.

La necesidad de revisar las deportaciones es especialmente crítica para las personas que han vivido en los Estados Unidos durante períodos prolongados y han sido separadas de sus familias por delitos relativamente menores. Los defensores de la propuesta argumentan que el sistema de inmigración de EE. UU. es más severo y punitivo para las comunidades de inmigrantes negros y marrones de bajos ingresos, lo que aumenta el riesgo de que se apliquen leyes de inmigración estrictas en estas comunidades.

La conexión entre la inmigración y la justicia penal ha atraído un amplio apoyo dentro del Partido Demócrata, incluidos los miembros del "Congressional Black Caucus" y el "Congressional Hispanic Caucus". Los defensores ven la inmigración como un problema de derechos civiles y esperan fortalecer la alianza entre negros y morenos para promover cambios en el sistema de inmigración de EE. UU.

El artículo de The Hill llama la atención sobre la presión ejercida por los demócratas sobre la administración de Biden para que revise el proceso de apelaciones de deportación, con el objetivo de hacerlo más efectivo y justo. Los legisladores piden la creación de una oficina centralizada para procesar los casos de apelación, con miras a hacer justicia a los deportados y sus familias. La propuesta se enfoca en la necesidad de lidiar con la desproporcionalidad y la injusticia presentes en el sistema de inmigración, especialmente para las comunidades de inmigrantes negros y morenos.