Fort Hood, una de las instalaciones militares más grandes del mundo ubicada en Texas, después de ocho décadas pasó a llamarse oficialmente Fort Cavazos en honor al primer general latino de cuatro estrellas y al primer general de brigada latino.

El cambio de nombre de la instalación militar se produce después de años de controversia en torno a Fort Hood, que anteriormente recibió el nombre del general confederado John Bell Hood. La base ha sido escenario de varios incidentes de alto perfil, incluido el asesinato de Vanessa Guillén, una soldado del Ejército de 20 años que murió en la base en 2020.

La base recibió su nuevo nombre después de un proceso de años por parte del Comité de Nombres del Departamento de Defensa para redesignarla como una instalación que conmemora a la Confederación.

Cavazos, quien murió en 2017 a los 78 años, creció en un rancho ganadero en Kingsville, Texas, y era de ascendencia mexico-americana. Estuvo al mando del III Cuerpo Blindado y asumió numerosas asignaciones a medida que ascendía de rango en una carrera que abarcó 33 años. Obtendría una Estrella de Plata y una Cruz de Servicio Distinguido por liderar "Los Borinqueneers", un regimiento segregado formado por soldados puertorriqueños durante la Guerra de Corea. El expresidente Barack Obama otorgó a la unidad, oficialmente Compañía E, 2° Batallón, 65° Regimiento de Infantería, la Medalla de Oro del Congreso en 2014, según material de NBC News.

También según NBC: “A la ceremonia asistió Domingo García, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, también conocida como LULAC, el grupo latino de derechos civiles más antiguo del país. García describió al general Cavazos como un "verdadero héroe estadounidense" y "un verdadero tejano que sirvió a su país".

“Fort Cavazos es el hogar de la 1ª División de Caballería y otras divisiones y comandos. Más de 34.500 militares y 48.500 familiares están estacionados en la base, que también es utilizada por la Reserva y la Guardia Nacional de EE. UU. para entrenamiento y movilización”.

El cambio de nombre de la instalación se considera un paso importante para reconocer las contribuciones de los latinoamericanos a las fuerzas armadas y abordar el legado de racismo y discriminación de la institución.