Un informe del PewResearch Center planteó preguntas relacionadas con la identidad hispana en los Estados Unidos, destacando aún más cómo esta identidad ha evolucionado y cómo se mide a lo largo del tiempo.

La publicación menciona que los debates sobre quién se considera hispano han sido frecuentes en Estados Unidos, especialmente entre aquellos de herencia latina o española. El censo de 2020 y los cambios en la forma en que se mide la identidad hispana han puesto estas preguntas a la luz.

Census Bureau estimó que había alrededor de 63,7 millones de hispanos en EE.UU. en 2021, lo que representa el 19% de la población del país. Sin embargo, la definición de quién se considera hispano ha evolucionado a lo largo de los años. Algunos enfoques incluyen a cualquier persona que se identifica como hispano, mientras que otros pueden tener excepciones si alguien selecciona una categoría no hispana, como “irlandés”, incluso si se identifica como hispano.

En el censo de 2020, hubo un cambio notable en el que las personas que respondieron a la pregunta racial de una manera que implicaba un origen hispano (por ejemplo, “mexicano” o “argentino”) se contaron como hispanos, incluso si no habían marcado la casilla con la opción “Hispano”. Este cambio afectó aproximadamente al 1% o menos de los hispanos.

La identidad hispana también está relacionada con la raza. Aunque Census Bureau define a los hispanos como una etnia más que como una raza, existe un debate sobre cómo la gente ve esta identidad. Algunas investigaciones muestran que algunos hispanos lo ven principalmente como una cuestión de raza, mientras que otros lo ven como una cuestión de ascendencia o cultura. Las investigaciones también muestran que la identificación racial varía entre los hispanos y muchos optan por “alguna otra raza”.

“En 2023, un grupo de trabajo de la OMB [Oficina de Gestión y Presupuesto] buscó obtener comentarios del público sobre una propuesta para combinar preguntas raciales y étnicas formuladas en encuestas federales, incluido el censo decenal. La propuesta agregaría casillas de verificación para "hispano o latino" y "Medio Oriente o norte de África". Los funcionarios esperan que los cambios reduzcan el número de estadounidenses que eligen la categoría "Alguna otra raza", especialmente entre los hispanos. Se espera que la revisión de la propuesta esté completa para el verano de 2024. Los cambios aprobados se implementarían en el censo de 2030 y otras encuestas de Census Bureau. Sin embargo, vale la pena señalar que los comentarios del público incluyeron preocupaciones de que las cuestiones combinadas de raza y etnia podrían llevar a un conteo insuficiente de la población afrolatina del país”, según la misma publicación.

El texto señala que existe un debate sobre la distinción entre los términos “hispano” y “latino”. Algunos argumentan que los “hispanos” son aquellos con orígenes en España o países de habla hispana en América Latina, mientras que los “latinos” incluirían a personas de toda América Latina independientemente del idioma, lo que excluye a España y Portugal.

A pesar de las definiciones oficiales, el informe destaca que estas etiquetas no son adoptadas universalmente por la población que cae en estas categorías. Algunas investigaciones han revelado que muchos hispanos prefieren usar otros términos para describir su identidad, como el país de origen de su familia o incluso identificarse como estadounidense.

El informe antes mencionado revela que las preferencias varían: el 53% de los hispanos prefiere describirse a sí mismo como “hispano”, el 26% prefiere “latino”, el 2% opta por “latinx” y el 18% no tiene una preferencia clara.

El color de la piel también juega un papel en la identidad hispana, y la mayoría de los latinos tienen diferentes tonos de piel. El texto muestra que el color de la piel puede influir en las experiencias y oportunidades de la vida diaria percibidas por los latinos.

“[...] Ocho de cada diez latinos seleccionaron uno de los cuatro colores de piel más claros, y el segundo más claro fue el más común (28%), seguido del tercero (21%) y el cuarto color más claro (17%). Por otro lado, sólo el 3% seleccionó uno de los cuatro colores de piel más oscuros”.

La publicación también aborda la existencia de la identidad afrolatina, que coexiste con la identidad hispana para algunas personas, pero no para todas. Alrededor de 6 millones de adultos afrolatinos viven en Estados Unidos y aproximadamente uno de cada siete de ellos no se identifica como hispano.

El origen o la ascendencia también pueden influir en la identidad hispana, ya que las personas de diferentes países de origen tienen más probabilidades de identificarse como hispanas en los formularios del censo. Por ejemplo, casi todos los inmigrantes de países latinoamericanos se auto identifican como hispanos, pero la auto identificación varía entre generaciones.

Es importante mencionar cómo Census Bureau ha cambiado la forma en que cuenta a los hispanos a lo largo del tiempo, desde la inclusión de la pregunta étnica en 1980 hasta cambios en las categorías de preguntas y respuestas a lo largo de los años. “Oficialmente, los brasileños no son considerados hispanos o latinos porque la definición del gobierno federal – revisada por última vez en 1997 – se aplica sólo a aquellos de “cultura u origen español”. Sin embargo, “un error en la forma en que Census Bureau procesó los datos de una encuesta nacional de 2020 significó que al menos 416.000 brasileños (más de dos tercios de los brasileños en los EE. UU.) se describieron a sí mismos como hispanos o latinos en la ACS y fueron contados erróneamente como tales. Sólo 14 mil brasileños fueron contabilizados como hispanos en 2019, y 16 mil en 2021”, según la investigación.

En resumen, el informe explora la complejidad de la identidad hispana en los Estados Unidos, incluyendo cómo se mide, cómo se relaciona con la raza, el color de la piel y el origen. Es importante monitorear cómo estos temas han evolucionado a lo largo del tiempo, ya que el crecimiento de la población hispana en el país ha influido cada vez más en diversas decisiones políticas y económicas del país.