El Violence Policy Center (VPC) publicó un informe que destaca el creciente impacto de la violencia armada en la comunidad latina en Estados Unidos. Entre 2011 y 2021, las muertes entre latinos/hispanos debido a incidentes con armas de fuego casi se duplicaron, de 2,947 a 5,741, datos reportados por TeleSur. Además, la tasa de homicidios por cada 100.000 personas en 2021 entre los latinos fue de 5,2, en comparación con 3,1 entre los blancos, lo que destaca una disparidad significativa.

El informe señala varios factores para explicar el aumento de la violencia armada entre los latinos, incluidos los esfuerzos de la industria de las armas de fuego para convertirlos en consumidores, una estrategia impulsada por la necesidad de compensar una disminución en la base tradicional de consumidores (hombres blancos). Esto contrasta con la historia del movimiento pro-armas, que solía “demonizar” a las comunidades afroamericanas y latinas pero ahora busca su apoyo para sostener las ventas, según el director de VPC, Josh Sugarmann.

La campaña dirigida a los hispanos y otras minorías por parte de la industria de las armas de fuego tiene como objetivo no sólo aumentar las ventas sino también conseguir apoyo para el movimiento pro-armas, informa la publicación. Josh Sugarmann destaca que la base de consumidores tradicional está envejeciendo y la industria necesita reclutar nuevos clientes para compensar esta disminución.

Un aspecto crítico destacado en el informe es la relación entre la violencia policial, alimentada por el racismo sistémico en los Estados Unidos, y la violencia armada en las comunidades latinas. También según TeleSur, Michelle Monterrosa, coordinadora de la red “Sobrevivientes del Crimen por la Seguridad y la Justicia”, destaca la normalización de la idea de que la comunidad latina puede ser víctima de la violencia armada a diario.

“Vanessa González, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales y Políticos de la organización sin fines de lucro Giffords, afirma que la industria de las armas de fuego emplea ‘miedo y desinformación’ para atraer clientes, inculcándoles la falsa creencia de que un arma de fuego brindará mayor protección”.

Este enfoque cuestionable, combinado con estrategias de marketing específicas, resalta la complejidad del problema de la violencia armada y la necesidad de enfoques más integrales para abordar este problema.

Según otra publicación, el VPC también advirtió que existen limitaciones en la recopilación de datos sobre violencia armada por parte de organismos públicos, que en muchos casos reportan raza, pero no lo haga el origen étnico, que puede causar una “representación insuficiente” de los latinos entre las víctimas de armas de fuego.