Tres grandes ciudades de Estados Unidos -Nueva York, Chicago y Denver- han estado bajo presión financiera, según un artículo del Latin Times debido a la continua llegada de migrantes que cruzan la frontera sur del país. La administración del gobernador de Texas, Greg Abbott, ha estado transportando a miles de estos migrantes a estas ciudades como parte de la operación  “Lone Star”.

La agencia S&P Global advierte, a través de un informe, que esta situación está ejerciendo una presión significativa sobre los presupuestos municipales y, en consecuencia, sobre la solvencia crediticia de las ciudades.

“Mientras la administración de Greg Abbott en Texas continúa implementando su operación 'Estrella Solitaria', transportando a miles de migrantes que cruzan la frontera sur de Estados Unidos hacia algunas de las ciudades más grandes del país, S&P Global advirtió que la falta de apoyo de los gobiernos estatales y las agencias federales, sus presupuestos podrían verse afectados y su solvencia crediticia se vería presionada. [...] la agencia destacó que más del 80% de los aproximadamente 100,000 migrantes que Texas transportó en autobús a otras partes del país fueron llevados a Nueva York, Chicago y Denver”, según el artículo del Latin Times.

En Nueva York, la llegada de más de 175.000 migrantes y solicitantes de asilo desde abril de 2022 ha generado costos sustanciales. La ciudad tuvo que revisar significativamente sus estimaciones de gasto, anticipando aumentos considerables en los próximos años fiscales. Sin embargo, se han implementado medidas para reducir estos costos, como exigir que los inmigrantes solteros y las familias busquen refugio después de un cierto período. Aún así, S&P Global predice continuos desafíos para equilibrar el presupuesto a pesar de las medidas de reducción de costos.

Chicago también enfrenta desafíos similares, con casi 40.000 llegadas de inmigrantes desde agosto de 2022. Si bien la ciudad tiene un presupuesto limitado para abordar esta situación, depende de subvenciones de los gobiernos estatal y federal para llenar el vacío financiero. La falta de planes de contingencia para gastos no presupuestados aumenta la incertidumbre sobre la situación financiera de la ciudad, especialmente considerando sus programas de pensiones con fondos insuficientes.

Denver, aunque tiene una población menor, es el destino per cápita de la mayoría de los inmigrantes entre las tres ciudades. Con costos estimados en 42 millones de dólares para apoyar a los inmigrantes, la ciudad enfrenta presiones financieras cada vez mayores. Aunque tiene una reserva fuerte y una liquidez adecuada, los costos excesivos relacionados con los programas de apoyo a los migrantes podrían resultar en un déficit operativo.

El informe concluye destacando la incertidumbre respecto del apoyo financiero adicional del gobierno federal y estatal, dada la dinámica política actual y las próximas elecciones presidenciales. Las ciudades que se encuentran en la primera línea de los flujos de migrantes y solicitantes de asilo pueden tener que lidiar con costos crecientes sin garantías de ingresos adicionales para compensar estos gastos, lo que plantea un desafío importante para sus finanzas municipales y su solvencia crediticia.