Un artículo publicado por el Migration Policy Institute aborda el cambio significativo en el enfoque del Partido Demócrata sobre la inmigración y la seguridad fronteriza entre Estados Unidos y México, destacada durante la Convención Nacional Demócrata de 2024.

En comparación con la convención de 2020, donde las políticas fronterizas de la administración Trump fueron duramente criticadas, ahora la atención se centra en la seguridad fronteriza, y la vicepresidenta Kamala Harris prometió revivir un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza, que había sido saboteado por Trump. Lo más destacado de sus anuncios de campaña es la represión de los cárteles de la droga y las organizaciones de tráfico de personas, así como su trabajo en la frontera. Esto refleja un enfoque más duro hacia la inmigración, en contraste con la promesa del actual presidente Joe Biden en 2020 de detener la construcción del muro y revertir las políticas de Trump.

El texto sugiere que el cambio de enfoque demócrata se produce en un contexto de creciente preocupación por la inmigración irregular, con niveles récord de migración en la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos años. Esta situación ha tenido profundas repercusiones políticas, y muchos demócratas cambiaron su postura para alinearse con los republicanos en cuestiones de seguridad fronteriza, incluso cuando siguen siendo evidentes diferencias sobre políticas de inmigración más amplias, como el tratamiento de los inmigrantes ilegales y la ampliación de las vías de inmigración y las disposiciones legales para la inmigración. Mientras Trump aboga por políticas más duras, incluidas deportaciones masivas, Harris apoya una combinación de seguridad fronteriza y la creación de vías legales para la inmigración, especialmente para aquellos que han estado en Estados Unidos durante mucho tiempo, como los Dreamers.

Las encuestas de opinión indican que la confianza del público en los demócratas para manejar la crisis migratoria está aumentando, y la ventaja que Trump tenía sobre Biden en materia de seguridad fronteriza se está reduciendo. Sin embargo, los demócratas todavía enfrentan desafíos para convencer a los votantes de la efectividad de sus políticas.

La narrativa dominante entre los republicanos sigue retratando la inmigración como una amenaza a la seguridad y la sociedad estadounidenses. Exageran el impacto de los inmigrantes en la delincuencia, la salud pública y el voto, al tiempo que inflan el número de inmigrantes que cruzan las fronteras. Los demócratas, aunque ahora reconocen la importancia de la seguridad fronteriza, continúan promoviendo los beneficios de la inmigración legal, buscando equilibrar las políticas represivas con la promoción de vías de inmigración legal, según la publicación.

A pesar de la convergencia entre los partidos en materia de seguridad fronteriza, persisten diferencias ideológicas. Mientras Harris y otros demócratas abogan por un sistema de inmigración reformado y más humano, los republicanos, especialmente Trump, adoptan una retórica más radical que busca limitar la inmigración en general.

El texto concluye que, aunque persisten diferencias partidistas, el realineamiento de los demócratas en temas de seguridad fronteriza representa un nuevo capítulo en el debate sobre la inmigración en EE.UU. Sin embargo, la capacidad de cualquier futuro presidente para implementar sus políticas dependerá de su capacidad para navegar en un Congreso profundamente dividido y de cómo responda a crisis imprevistas que seguirán desafiando el sistema de inmigración estadounidense.