Apenas unas horas después de la toma de posesión del presidente Donald Trump, la administración tomó la decisión de eliminar la versión en español del sitio web oficial de la Casa Blanca, lo que generó confusión y críticas, especialmente de la comunidad latina en Estados Unidos. La página, que anteriormente sirvió como un importante canal de comunicación para millones de hispanohablantes, ahora muestra un mensaje de “Error 404”, redirigiendo a los usuarios a contenido relacionado con la campaña de Trump. Esta decisión, junto con la desactivación del perfil en español de la Casa Blanca en la red social X y otras páginas gubernamentales centradas en la libertad reproductiva, generó preocupación sobre el compromiso del gobierno de mantener un diálogo accesible e inclusivo con la segunda comunidad étnica más grande del país, según un artículo de Associated Press.
Grupos de derechos hispanos y expertos en comunicación interpretaron el gesto como una señal de exclusión y marginación. Mónica Rivera, estratega de comunicaciones de origen puertorriqueño y cubano, destacó que la eliminación de la página en español envía un mensaje claro sobre a quién prioriza el gobierno, reforzando un sentimiento de exclusión entre los latinos. Anthony Hernández, un asistente legal, calificó la medida como un reflejo de lo que podría ser un segundo mandato de Trump, donde se implementarían acciones aparentemente menores pero dañinas sin mucha visibilidad. Para muchos, como Frankie Miranda, presidente de la Hispanic Federation, la exclusión de la página contradice la necesidad de un compromiso cívico inclusivo, ya que el español es el idioma preferido de millones de ciudadanos y residentes en el país, informó el citado artículo.
Aunque la administración declaró, a través del subsecretario de prensa Harrison Fields, que pronto se restablecería la versión en español del sitio, esta explicación fue considerada insuficiente por los líderes y críticos hispanos. Cuestionaron la lógica de desactivar una herramienta de comunicación crucial en un momento en el que se debe priorizar la inclusión. Vale recordar que, durante la presidencia de Trump en 2017, la misma página fue eliminada con promesas de retorno, pero recién fue reinstalada bajo la administración de Joe Biden en 2021.
La eliminación de la página coincidió con una serie de órdenes ejecutivas del primer día de Trump, incluidas medidas estrictas contra la inmigración ilegal. Entre las acciones, Trump declaró una emergencia nacional en la frontera con México, anunció el despliegue de tropas para ayudar a los agentes de inmigración y endureció las restricciones a los refugiados y las solicitudes de asilo. Estas iniciativas refuerzan la postura de línea dura que marcó su campaña y su mandato anterior, pero también generaron temores entre los defensores de los derechos de los inmigrantes sobre el impacto en las comunidades más vulnerables.
Según estimaciones para 2023, alrededor de 43,4 millones de estadounidenses, o el 13,7% de la población mayor de cinco años, hablan español en casa. A pesar de esto, EE.UU. no tiene un idioma oficial, lo que hace aún más significativo el acceso a información gubernamental en múltiples idiomas. Expertos como Jeff Le, ex asesor del gobierno de California, han argumentado que la decisión de desactivar el contenido en español es contradictoria, especialmente considerando la necesidad de comunicar importantes cambios políticos, como los relacionados con la economía y la seguridad fronteriza.
Curiosamente, si bien la medida genera críticas, Trump ha ganado una proporción cada vez mayor del electorado latino, especialmente entre los hombres jóvenes. Según encuestas de AP VoteCast, recibió más apoyo de este grupo en 2024 que en 2020, lo que indica una mayor apertura entre los jóvenes latinos a sus políticas, a pesar de acciones como la eliminación de la página en español.
Por lo tanto, la eliminación de la versión en español del sitio web de la Casa Blanca simboliza más que una cuestión técnica. Se interpreta como una declaración política que, para muchos, refuerza las divisiones y plantea interrogantes sobre la verdadera prioridad del gobierno en materia de inclusión y diálogo con una de las comunidades más significativas de Estados Unidos.