El condado de Nassau, Nueva York, decidió rediseñar su mapa de votación después de que una demanda alegara que las fronteras políticas existentes socavaban los derechos de voto de los residentes “de color”. Ubicado en los suburbios del este de Queens, el condado se ha comprometido a crear seis distritos electorales donde los negros, latinos y asiáticos constituirán la mayoría de los votantes elegibles. Esta decisión responde a un mapa aprobado en 2023, en el que los residentes eran mayoría en sólo cuatro de los 19 distritos del condado, a pesar de representar más de un tercio del electorado, según un informe de Associated Press.

La demanda, presentada por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York y otros grupos, argumentó que el mapa de 2023 diluyó el poder de voto de las comunidades minoritarias al dividirlas o combinarlas con otras completamente diferentes. Esta estrategia, según los demandantes, dificultó la elección de representantes que reflejaran la diversidad del condado. Aunque la población blanca representa aproximadamente el 56% de los 1,4 millones de residentes del condado, domina casi el 80% de la legislatura local. Lisa Ortiz, una de las autoras de la demanda, destacó que el nuevo mapa representa un paso adelante hacia la justicia electoral, asegurando que las voces de las comunidades “de color” sean escuchadas adecuadamente, según la publicación.

El nuevo diseño de distrito entrará en vigor en las elecciones legislativas de noviembre y seguirá siendo válido hasta el próximo censo, en 2030, cuando los mapas serán ajustados nuevamente. El Partido Republicano del condado, que actualmente controla la legislatura, ha dicho que está comprometido con distritos justos y competitivos. Joseph Cairo, presidente del Comité Republicano del condado de Nassau, expresó su confianza en el mantenimiento de la mayoría republicana y señaló que sus éxitos electorales reflejan las prioridades de los residentes locales.

Este caso es una de varias demandas presentadas en virtud de la Ley de Derecho al Voto de Nueva York, promulgada en 2022 en respuesta a las restricciones al voto aprobadas en los estados liderados por los republicanos después de las elecciones presidenciales de 2020, el fallo en el condado de Nassau se considera una victoria significativa para los grupos que luchan por una mayor equidad en la representación política y el fortalecimiento de los derechos de voto de las minorías en Estados Unidos.