La 67ª edición de los Grammy Awards, celebrada el 2 de febrero de este año, fue un evento marcado por contrastes: celebraciones artísticas, discursos políticos y momentos de tensión que reflejan las complejidades de la experiencia latina en Estados Unidos. Entre los principales artistas que tocaron gramófonos en la noche se encuentran nombres como Beyoncé, Kendrick Lamar y Shakira.

Además de la entrega de estatuillas, la noche de premios estuvo marcada por momentos memorables y polémicos. Uno de ellos fue el anuncio de cambios y modernizaciones en el sistema de votación de la Academia. Otro punto destacable fue la ausencia del artista brasileño Milton Nascimento en la ceremonia principal. A pesar de estar nominado en la categoría “Mejor Álbum Vocal de Jazz” junto a la cantante Esperanza Spalding, Nascimento no fue invitado a sentarse en las mesas principales de la premiación.

La agenda progresista anunciada por la Academia

Conocidos como los “big four”, las categorías de “Álbum del año”, “Canción del año”, “Grabación del año” y “Mejor Artista Revelación” se consideran las categorías principales de los premios. Entre los ganadores de esta edición se encuentran Beyoncé, Kendrick Lamar (ambas en la categoría Canción y Grabación del Año) y Chapell Roan, respectivamente.

Es evidente cómo los más de 13.000 miembros de la Academia decidieron incluir en las principales categorías a artistas con orígenes socioculturales minoritarios. Beyoncé, una mujer negra, siempre ha utilizado sus raíces como forma de empoderamiento en su carrera; Kendrick Lamar, un hombre negro, es uno de los nombres más importantes de la historia del rap y el hip-hop; y Chapell Roan, una mujer abiertamente lesbiana y artista drag, representan la diversidad que la Academia buscó resaltar.

Estos cuatro premios presentados no sólo suponen un momento excepcional y sin precedentes en la premiación, sino que también reflejan un cambio estructural. Durante la proyección de los premios Grammy de este año, el director ejecutivo de la Academia, Harvey Jay Mason Jr., anunció una nueva agenda progresista entre los votantes de la Academia: "Cuando asumí este cargo en 2020, quería que la organización cambiara y se modernizara para que pudiéramos ser mejores y servir a esta comunidad musical de una manera dinámica y global". [...] Rehicimos completamente nuestra membresía, agregando más de 3,000 mujeres como miembros con derecho a voto. El electorado de los Grammy es ahora más joven. Casi el 40% son negros, indígenas y personas de otras razas y etnias. [...] Es un sistema arraigado en la justicia, la integridad y el principio de que todos tienen voz en nuestra comunidad”. 

Como último acto de la noche, Beyoncé recibió el premio más importante de la ceremonia, ganando el gramófono al “Álbum del Año” por su proyecto “Cowboy Carter”. La victoria de la cantante en la categoría principal de los premios demuestra el rápido impacto de la agenda progresista de la Academia, anunciada apenas minutos antes. Beyoncé se convirtió en la primera mujer negra de este siglo en ganar esa categoría en los Grammy, rompiendo una brecha de 26 años. Hasta entonces, el disco “The Miseducation of Lauryn Hill” (1999), de la rapera Lauryn Hill, la situaba como la última mujer negra en ganar la categoría.

La trilogía de álbumes que Beyoncé ha construido desde principios de década no rehuye abordar temas políticos. El álbum “Lemonade”, lanzado en 2016 —e incluye el tema “Formation”, presentado en el Super Bowl de 2016, donde Beyoncé presenta consignas contra la violencia policial contra negros y latinos en Estados Unidos—, así como su penúltimo álbum, “Renaissance”, que rescata la cultura de ballroom, popularizada por LGBT+, negros y latinos en la década de 1980 en las afueras de Estados Unidos, no recibió gramófono en las principales categorías del Grammy.

[...] “Renaissance se trata de libertad, belleza, alegría, resiliencia y todo lo que eres. [...] Es muy importante para mí estar aquí en Bahía. No hay nadie como ustedes”. La cantante pronunció en un discurso durante una visita a Brasil, en diciembre de 2023, para el lanzamiento de la película “Renaissance: A Film by Beyoncé” en la ciudad de Salvador, capital del estado de Bahía.

La permanencia del debate sobre la inmigración

Uno de los momentos más emblemáticos de la noche fue la victoria de la cantante colombiana Shakira, quien se llevó el premio al Mejor Álbum de Pop Latino con el aclamado disco “Las Mujeres Ya No Lloran”. Sin embargo, la noche también se vio empañada por una broma xenófoba del presentador Trevor Noah, que provocó indignación y reacción inmediata.

Shakira, una de las artistas latinas más influyentes de todos los tiempos, aprovechó su momento en el escenario para pronunciar un emotivo y político discurso. Al recibir el premio de manos de Jennifer López, dedicó la victoria “a todos mis hermanos y hermanas inmigrantes” en Estados Unidos, afirmando: “Sois amados. Ustedes lo valeis y siempre lucharé con ustedes”. La cantante también rindió homenaje a “todas las mujeres que trabajan muy duro todos los días para mantener a sus familias”, destacando la resiliencia y fortaleza de las mujeres latinas en un contexto de desafíos sociales y económicos. Sus palabras simbolizaron un acto de resistencia en medio de un escenario político convulso, marcado por políticas migratorias restrictivas y discursos antiinmigrantes.

Sin embargo, la noche también estuvo marcada por un momento de insensibilidad. El presentador Trevor Noah, quien subió al escenario de los Grammy por quinto año consecutivo, hizo una broma xenófoba al referirse a Colombia, país natal de Shakira. Bromeó: “Shakira es la única gran cosa que salió de Colombia y no se considera un delito grave”. Además, al explicar el proceso de votación de la Recording Academy, Noah hizo una referencia ofensiva a incluir a “millones de inmigrantes ilegales” como parte del jurado. Esta actitud refuerza cómo la cuestión migratoria, además de ser discutida diariamente en el país, está presente no sólo en el ámbito político y económico, sino también en la industria artística y de entretenimiento en Estados Unidos.  

En este lapso de tiempo entre la edición de este año de los premios y la próxima, en 2026, queda la duda de si este frente progresista de la Academia incluirá y dará más foco a los artistas latinos. En la edición de este año, sólo la cantante Shakira recibió gran atención en la ceremonia como artista latina, con una actuación y un gramófono. Además, la agenda conservadora del gobierno de Donald Trump debería impactar la dinámica de los premios en las próximas ediciones. El choque entre el gobierno de Washington y los grandes premios de Hollywood es inevitable, la nueva agenda de progreso anunciada por la Academia debe traer consigo manifestaciones sociopolíticas de los votantes simbolizadas entre los próximos nominados y ganadores del premio. Manifestaciones como estas ya se pudieron ver en la edición de este año, un ejemplo es el discurso de la cantante estadounidense Lady Gaga al recoger el premio a la “Mejor interpretación de un dúo/grupo pop”: “Sólo quiero decir esta noche que las personas trans no son invisibles. Las personas trans merecen amor [...] la comunidad queer merece ser elevada. La música es amor”. La cantante disparó en protesta por las medidas del gobierno de Trump que anularon políticas de diversidad, como el no reconocimiento de las personas transgénero, en documentos oficiales del gobierno estadounidense.

Los artistas latinos que lanzarán proyectos en 2025, como Bad Bunny, Tokischa y Anitta, entre otros nombres, podrán resolver dudas sobre cómo la comunidad latina será, o no, incluida en la nueva agenda progresista de la Academia, que incluye nominaciones por sus trabajos y visibilidad con actuaciones en el escenario principal de los premios. Se espera que Bad Bunny lidere la campaña entre los artistas latinos en los Grammy Awards 2026, siendo el artista latino con mayor impacto en Estados Unidos en la actualidad. Su último disco, lanzado en enero de este año, y titulado "Debí Tirar Más Fotos" trae consigo un homenaje a los ritmos locales y un mensaje contra el borramiento cultural en la isla de Puerto Rico, que actualmente pertenece a Estados Unidos con estatus de territorio de ultramar. El mensaje político del proyecto del cantante puertorriqueño debería ser uno de los principales temas de debate en la próxima edición de los premios, junto con la escalada de problemas relacionados con las políticas de deportación de inmigrantes latinos por parte de la actual administración Trump.