Luego de ganar el Oscar a la mejor animación por su película “Pinocho”, el cineasta mexicano Guillermo Del Toro prometió incentivar el trabajo en animación y ayudar a la próxima generación de cineastas latinos en el género.
“Pinocchio” recibió críticas muy favorables por una producción increíblemente hermosa que da una mirada más oscura a los problemas entre el títere y su padre sustituto, Geppetto. La película ya ha ganado varios premios, incluido el Globo de Oro y el primer premio en los Annie Awards de la industria de la animación.
“A diferencia de la película de Disney de 1940, la película de Del Toro se refiere a temas como la guerra y el fascismo, y dijo que no se trata de que Pinocho aprenda a ser el niño perfecto. El cineasta mexicano se ha opuesto durante mucho tiempo a hacer animación solo para niños. Dijo que la animación es puro cine y que los animadores deben ser tratados como artistas, no como técnicos”, según NBC News.
El elenco de voces incluye a Ewan McGregor, Christoph Waltz, la también nominada al Oscar Cate Blanchett y Tilda Swinton.
Tras la victoria, el cineasta dijo a los periodistas que seguirá defendiendo a los animadores estimulando el diálogo con las asociaciones y la academia de cine, planeando “transmitir este mensaje” en el próximo Festival Internacional de Animación de Annecy, según The Hollywood Reporter.
Del Toro ha puesto a disposición dos becas de cine y planea financiar un curso de animación stop-motion para estudiantes en México en la escuela de animación Gobelins.
“Esto nos ayudará a distribuir más películas a la comunidad en México y América Latina para seguir impulsando el stop-motion, que es una de las formas de animación más democráticas. Todas las demás formas de animación son demasiado difíciles o demasiado caras. Pero un niño puede poner una cámara en la pared de su dormitorio, puede hacer animación stop-motion”, dijo, según The Hollywood Reporter.
Según NBC News, Del Toro abordó los problemas de representación y ser latino al hablar de sus esfuerzos para impulsar a la próxima generación de cineastas.
“El primer deber de la representación es hacerlo muy bien, porque no lo estás haciendo por ti mismo”, dijo del Toro. “Estás haciendo esto por las personas que vienen detrás de ti y están buscando oportunidades. Si no lo haces, estás cerrando la puerta".
Del Toro dijo que cuando llegó a Estados Unidos en la década de 1990, encontró "mucho racismo manifiesto y sutil". Recordó "con gran disgusto" una entrevista que su director de fotografía, el ganador del Premio de la Academia Guillermo Navarro, tuvo con un agente de talentos.
El agente le dijo ‘¿Para qué quiero un mexicano? tengo un jardinero’.
“Hay que insistir todo el tiempo. No termina con una generación. No termina con una persona", dijo Del Toro. "Pero nuevamente, juntos empujan ese límite más y más y crean oportunidades".