1 - Offshoring, Reshoring, Backshoring y Nearshoring.

A fines del siglo XX, especialmente en los años de la Guerra Fría, el capitalismo global experimentó una rápida aceleración. Se crearon nuevos sistemas de producción, en los que los países se abrieron al capitalismo mundial en gran escala. Las empresas interesadas en maximizar sus ganancias eligieron posiciones geográficas estratégicas y crearon cadenas productivas globales. Sin embargo, a partir de la década de 2010, la producción internacional se desaceleró, con un bajo crecimiento del comercio y la inversión extranjera directa (FDI, en inglés).

Esto se puede atribuir a varios cambios en el contexto global, como el aumento de los costos laborales en lugares antes considerados baratos, el aumento de la incertidumbre en el escenario internacional y el proteccionismo, además de la creciente guerra comercial entre Estados Unidos y China. Además, debido a eventos más recientes, a saber, la pandemia del virus Covid-19 y la incertidumbre geopolítica expresada, principalmente, con la Guerra Ruso-Ucraniana, hubo un retraso e incertidumbre en la producción de varios bienes, así como retrasos en las entregas y dificultades en el envío, es decir, factores adicionales que ralentizaron aún más las prácticas de producción global.

Debido a estos cambios, las empresas se han visto obligadas a replantear sus prácticas de offshoring, la práctica de una organización de prestar servicios o productos desde puntos en distintos territorios, mediante la externalización o mediante la creación de nuevas operaciones en otros países, lo que ha provocado un resurgimiento de estrategias de reshoring, ya sea “backshoring”, cuando se restauran ciertos aspectos de la cadena productiva local, o “nearshoring”, en el que la producción se devuelve al país de origen o a lugares cercanos. Un ejemplo de backshoring sería cuando una empresa americana productora de prendas de vestir decidió crear una cadena productiva en China a finales del siglo XX, debido a un exceso de población y bajos costes laborales y, mediante los cambios comentados, vuelve a la producción para los Estados Unidos. En el mismo escenario, si la producción se traslada a México, país limítrofe, es nearshoring.

En este análisis, exploraremos las ideas de esta reanudación de las cadenas productivas, particularmente la tendencia de nearshoring de las empresas estadounidenses hacia México y el impacto en la sociedad del país y la comunidad local, especialmente en las regiones fronterizas.

Para las naciones en desarrollo, como México u otras naciones latinoamericanas, que dependen de la inversión extranjera como fuente relevante de capital, las prácticas de nearshoring presentan una posibilidad a explorar. La ubicación y construcción de una cadena productiva transnacional ya ha sido ampliamente estudiada desde el punto de vista de las empresas, como forma de maximizar las ganancias, por académicos del área empresarial (léase estudiosos de negocios, administración, dirección de empresas, etc.). Atraer el nearshoring y obtener sus beneficios resultan obstáculos complejos para muchos de estos países, por lo que también deben observarse desde el punto de vista de la comunidad que “recibe” a esta empresa.

2 - Nearshoring en México.

Frontier Industrial & Logistics Real State, empresa que compra, desarrolla y administra propiedades industriales en México, es un ejemplo de la expectativa del sector privado mexicano de incentivar el nearshoring de empresas en el país. En su sitio web proponen 10 razones por las que el nearshoring a México es el más rentable. Entre ellos, el comercio establecido por el “Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá” (USMCA, por sus siglas en inglés), que mantiene reglas claras para todos los productos entre los países de América del Norte, con tarifas reducidas o sin tarifas; precios laborales competitivos frente a Asia, particularmente China, desde 2008; una zona horaria similar a los EE. UU.; la distancia favorable para el envío de artículos, que lo hace más barato y rápido, entre otras razones.

En el sector público, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México emitió el Comunicado No. 10, el 15 de febrero de 2023, en el que el secretario Rogelio Ramírez de la O presenta los programas financieros institucionales de Nacional Financiera y el Banco Nacional Banco de Comercio Exterior. El Secretario destacó que el nearshoring representa una oportunidad para impulsar las exportaciones, la inversión productiva, la generación de empleo y la mejora del nivel de vida de la población. Afirmó que este es un momento clave para diversificar la industria e identificar sectores y regiones para apoyar la cadena productiva y activar con éxito la inversión productiva. Ramírez de la O subrayó la necesidad de revisar las políticas públicas y privadas para impulsar la capacidad de innovación y tecnología, la formación y capacitación de recursos humanos, la ubicación de nuevos parques industriales y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

Además, el Secretario señaló que los fundamentos macroeconómicos de México son sólidos. Señaló que la actividad económica creció un 3% en 2022 y se estima un crecimiento superior al 3% en 2023. La demanda interna continúa con un gran dinamismo, favorecida por el consumo y la inversión bruta. En 2022 se crearon más de dos millones de puestos de trabajo, mientras que la tasa de desempleo alcanzó niveles históricamente bajos. El valor de las exportaciones se expandió casi un 17% el año pasado, con énfasis en las manufacturas no automotrices y petroleras. Ramírez de la O destacó la necesidad de avanzar y abrir diálogos y propuestas con exportadores, proveedores, pequeñas y medianas empresas e intermediarios financieros.

Según informó el 2 de marzo CNNBusiness la próxima planta ensambladora de vehículos Tesla se construirá en México, cerca de Monterrey. Durante un evento para inversionistas, el CEO Elon Musk anunció la noticia, afirmando que se continuará expandiendo la producción en todas las fábricas existentes. Aclaró que esta nueva planta no reemplazará a ninguna de las otras, sino que será una producción adicional para alcanzar la meta de fabricar 20 millones de autos al año. Si bien Tesla no comentó sobre el costo de la nueva planta, Reuters informó que funcionarios mexicanos afirmaron que podría costar alrededor de mil millones de dólares. La confirmación de los planes para construir la fábrica en México la hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, el martes, antes del anuncio oficial de Tesla.

La construcción de esta nueva fábrica de Tesla en México es un claro efecto de la política publicitaria de nearshoring. México ya alberga varias plantas de ensamblaje de automóviles para una variedad de marcas, incluidas General Motors, Ford, Toyota, Honda, Volkswagen, Audi, Mazda, Mercedes, Kia y BMW. De acuerdo con la US TradeAdministration antes de la pandemía las fábricas mexicanas producían alrededor de 4 millones de automóviles al año, y el 90% de esos automóviles se exportaban, con el 76% destinado a los Estados Unidos. Con la nueva fábrica de Tesla, se ampliará aún más la producción en México, lo cual es una buena noticia para la economía local y la industria automotriz en general.

3 - Mano de obra devaluada, derechos laborales e impactos en las comunidades locales.

Si bien la práctica del nearshoring a México puede parecer algo exclusivamente ventajoso para la sociedad mexicana, ya que generará empleos y sacará adelante la economía, hay que prestar atención a una de las principales razones por las que las empresas están interesadas en cambiar su cadena productiva: la mano del trabajo barato o devaluado.

Aumentar el valor de la mano de obra ha sido parte de los planes quinquenales de China. Con éxito, el precio de la mano de obra manufacturera ha subido aproximadamente un 40% desde 2010. Al mismo tiempo, si los trabajadores mexicanos reclaman más derechos o un aumento en sus salarios a través de políticas estatales o sindicales, es válido cuestionar si las fábricas se mudarían nuevamente, abandonando a los trabajadores que tienen su vida atada a las grandes fábricas y todos los desarrollos de la ciudad a su alrededor.

Especialmente respecto al caso en cuestión, en febrero de 2023, una fábrica de Tesla ubicada en Alemania, de tamaño similar a la que se construirá en México, fue denunciada por el sindicato metalúrgico alemán, IG Metall, que acusa a la empresa de establecer horarios laborales, trabajos irrazonables y crear una cultura del miedo. Además, denunció las malas condiciones laborales del fabricante. De manera similar, un estudio chino publicado por el Scandinavian Journal of PublicHealth indica que el estrés causado por las condiciones de algunas industrias offshore ubicadas en China empeoró el estado de salud mental de sus empleados, elevando la incidencia de enfermedades mentales por encima del promedio nacional. (Wei-Qing; Tze-Wai, Tak-Sun, 2009)

Por tanto, es posible notar que los sectores público y privado de México tienen en común la intención de atraer a su territorio fábricas y empresas cercanas a Estados Unidos a través de la práctica del nearshoring, para generar empleos y dinamizar su economía. Si bien la inversión es vital para el desarrollo de México, de los países de América Latina y el Caribe y de otros países en desarrollo del mundo, hay que recordar que los sectores productivos del mundo capitalista buscan maximizar las ganancias en detrimento de la salud y el bienestar de la población trabajadora, lo que puede resultar en que las empresas que se instalan en estos países receptores, no se adapten a las necesidades de sus empleados y si hay reclamo o conquista de derechos o apreciación por parte de los trabajadores, se reinstalen en lugares económicamente más convenientes dejando un vacío en el lugar de sus fábricas fuera de servicio.