El Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que los agentes separaron a los padres inmigrantes por cargos de allanamiento mientras entregaban a las madres y los niños a las autoridades federales. Este cambio marca una reversión de la postura anterior adoptada por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de Texas, quienes defendían que las familias deberían permanecer juntas y ser remitidas a las autoridades federales. La principal defensora de la Operación Lone Star Indigent Defense, Amrutha Jindal, estima que el número de separaciones familiares podría llegar a 40, aunque los datos precisos son limitados.
Según un artículo de Associated Press, la preocupación por las separaciones familiares implica una falta de claridad sobre cómo las autoridades determinan quién es parte de una unidad familiar. A algunas familias se les dijo que se reunirían con sus seres queridos, solo para ser detenidos por separado. El Departamento de Seguridad Pública afirma que los niños nunca fueron separados de sus madres, pero ha confirmado que los hombres migrantes han sido detenidos por cargos estatales incluso cuando estaban con sus familias.
Este enfoque de Texas para asegurar la frontera sin coordinación federal ha generado críticas de los defensores de la inmigración, lo que provocó comparaciones con las separaciones familiares durante la era de Trump, aunque son de naturaleza diferente. La administración Trump separó a miles de niños de sus padres y le resultó difícil reunirlos más tarde.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. ha expresado su preocupación por las denuncias de separaciones familiares y ha abogado por un enfoque seguro y humano para gestionar la frontera. La situación destaca los desafíos que enfrentan las familias migrantes y la necesidad de una respuesta coordinada y reflexiva para garantizar que se respete la dignidad humana.
“Más recientemente, Abbott instaló una línea de boyas de 305 metros (1,000 pies) del tamaño de bolas de demolición en el Río Grande y a lo largo de la región de Eagle Pass, lo que llevó al Departamento de Justicia a demandar a Texas por quitar la barrera flotante”, según la publicación.
El estado de Texas ha implementado varias
iniciativas de seguridad fronteriza, incluida la Operación Lone Star, que
involucró el envío de policías y militares para patrullar la frontera,
construir cercas de alambre de púas y transportar inmigrantes a ciudades
lideradas por demócratas. Estas acciones han sido objeto de críticas y desafíos
legales.