Un caso legal importante está en marcha en Texas, donde varias organizaciones y grupos de derechos civiles están impugnando una nueva ley electoral, a menudo denominada “Proyecto de Ley 1” del Senado. Este caso está programado para ser juzgado en un tribunal federal en San Antonio, Texas, y ha llamado la atención debido a las acusaciones de que ciertas disposiciones de la ley dificultaban el voto de los votantes negros y de los grupos minoritarios, lo que genera sospechas de que el impacto de estos cambios puede haber sido intencional.
Según informó el Texas Tribune, más de 20 organizaciones estatales y nacionales han presentado cinco demandas colectivas contra la ley, argumentando que varias disposiciones violan leyes federales y enmiendas constitucionales estadounidenses, incluida la Ley de Derecho al Voto, la Ley de Estadounidenses con Discapacidades y otras.
Algunas de las disposiciones impugnadas incluyen la prohibición de que los funcionarios electorales distribuyan formularios de votación por correo a los votantes que no los hayan solicitado, una prohibición de la votación las 24 horas y drive-thru, nuevos requisitos para quienes brindan transporte a más de siete votantes, y disposiciones que restringen la prestación de asistencia a los votantes en las urnas y la votación por correo.
El juicio, que se espera que tenga lugar a finales de octubre, está a cargo del juez federal de distrito Xavier Rodríguez, y es posible que no se emita un fallo hasta meses después. La incertidumbre radica en el hecho de que, incluso si hay una decisión, las apelaciones legales podrían prolongar el proceso, haciendo incierto si los cambios en la ley afectarán futuras elecciones, incluidas las de 2024.
La nueva ley electoral fue promulgada por los republicanos en 2021 y los demócratas la acusaron de ser una respuesta infundada a acusaciones de fraude electoral que no han sido probadas. Desde entonces, los observadores electorales han estado siguiendo de cerca cómo estos cambios afectan a los votantes en Texas.
Los demandantes argumentan que las disposiciones de la ley han creado barreras significativas para muchos votantes, especialmente aquellos que son ancianos, tienen discapacidades o enfrentan dificultades debido al idioma inglés. Además, afirman que las nuevas reglas han hecho que el proceso electoral sea mucho más complejo.
Independientemente del resultado de este juicio,
la cuestión de la reforma electoral y el acceso al voto sigue siendo un tema de
debate y controversia en Texas, con varias propuestas de ley en discusión en la
legislatura estatal y más disputas legales en curso.