Las tensiones están aumentando entre los inmigrantes recién llegados, los inmigrantes de larga data y las comunidades minoritarias en Estados Unidos debido a la percepción de una distribución injusta de los beneficios gubernamentales. Según un artículo de TheHill, esta frustración se concentra particularmente en las grandes ciudades, donde muchas familias indocumentadas y de estatus mixto se sienten desatendidas como que los recién llegados sean elegibles para permisos de trabajo. Además, en algunas comunidades de color, el gasto en vivienda para solicitantes de asilo contrasta con la escasez en otros programas sociales.
La tensión se pone de relieve en bastiones demócratas como Nueva York y Chicago, donde los líderes comunitarios y los funcionarios electos han luchado por sortear estos problemas. El problema gira en torno a la percepción de que los nuevos inmigrantes están recibiendo un trato preferencial a pesar de que muchos de ellos enfrentan condiciones extremadamente difíciles.
La publicación enfatiza que esta tensión se ve exacerbada por la falta de una reforma migratoria en Estados Unidos desde 1986, y el cambiante patrón de migración hacia el país, con un aumento en el número de familias que buscan asilo en comparación con la migración de adultos mexicanos solteros, lo que da la impresión de que se trata de un sistema de dos niveles.
Esta tensión dificulta la asimilación de los recién llegados, especialmente los solicitantes de asilo de América Latina, y se ve alimentada por factores como la xenofobia, la desinformación y la incertidumbre. Los residentes locales expresan frustraciones y preocupaciones sobre la seguridad pública y la falta de transparencia en la elección de los lugares de refugio para los migrantes.
Los defensores de los inmigrantes indocumentados están presionando a la administración Biden para que aborde esta disparidad otorgando permisos de inmigración a grandes segmentos de la población y permitiéndoles trabajar legalmente. Además, destacan que la libertad condicional es una herramienta poderosa para calmar las tensiones entre diferentes comunidades de inmigrantes, junto con medidas para acelerar los permisos de trabajo para los solicitantes de asilo y la financiación para las ciudades receptoras de inmigrantes.
Sin embargo, la inacción política puede tener consecuencias para la participación electoral, especialmente en comunidades de estatus mixto que tienden a votar por los demócratas. Los demócratas electos están presionando a la administración Biden para que adopte medidas decisivas para resolver estas cuestiones complejas y garantizar que las tensiones no afecten a su base de votantes. En última instancia, el texto destaca los desafíos y divisiones que rodean los problemas de inmigración en los Estados Unidos y la presión para encontrar soluciones efectivas y equitativas.