El gobernador de Texas, Greg Abbott, respaldó el regreso de Donald Trump a la campaña de la Casa Blanca durante un evento en la frontera entre Texas y México. Durante el discurso en Edimburgo, Abbott expresó la necesidad de tener de regreso a Donald J. Trump como presidente de Estados Unidos, enfatizando la promesa de Trump de asegurar la frontera y restaurar la ley y el orden. Trump acogió con agrado el respaldo, calificándolo de “tremendo honor” y prometió facilitar el trabajo de Abbott, permitiéndole centrarse en otros temas en Texas.

Según una publicación del Texas Tribune, el respaldo se produjo luego de que Abbott y Trump sirvieran comidas al personal militar desplegado para la Operación Lone Star, una amplia misión de seguridad fronteriza que le costó a Texas miles de millones de dólares. La estrategia de Abbott para reforzar la frontera implicó enviar tropas estatales y miembros de la Guardia Nacional para arrestar a los migrantes que cruzaban el Río Grande, lo que resultó en demandas de derechos civiles contra el estado.

Los demócratas han criticado la estrategia de inmigración de Trump y Abbott, calificando las políticas de inmigración de Trump como "extremas, inhumanas y fundamentalmente antiamericanas". La directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, dijo que la visita de Trump a Texas no fue para garantizar la seguridad fronteriza, sino que fue una oportunidad para fotografiarse con uno de los gobernadores más antiinmigración, según la misma publicación.

El respaldo de Abbott a Trump llega en un momento en que la ventaja de Trump entre los republicanos que buscan la nominación presidencial de 2024 va en aumento. Trump lidera tanto a nivel nacional como en Texas, superando a sus competidores más cercanos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y Nikki Haley, ex embajadora ante las Naciones Unidas.

“El apoyo de Abbott es notable porque no ha abrazado a Trump tanto como otros funcionarios estatales, como el vicegobernador Dan Patrick, quien presidió dos veces la campaña de Trump en Texas. Abbott no suele asistir a eventos de la campaña de Trump en Texas, como su parada en Houston a principios de este mes. En cambio, Abbott hizo un viaje sorpresa a Israel en ese momento, diciendo que quería mostrar solidaridad tras el ataque del grupo militante palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre”.

A pesar de los momentos de tensión y preguntas públicas, Abbott y Trump encontraron formas de consolidar su asociación política.