La votación de la Cámara para destituir al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, cobró impulso y destacó las divisiones políticas y las implicaciones que rodean la decisión. La votación, realizada principalmente por republicanos de la Cámara de Representantes, fue aprobada por estrecho margen el martes, una semana después de que fracasara el primer intento, lo que marca un evento poco común ya que la Cámara no ha destituido a un secretario del gabinete en casi 150 años.
Los republicanos acusan a Mayorkas de permitir deliberadamente que se intensificara la crisis en la frontera sur, enmarcando como una cuestión de anarquía. Sin embargo, los demócratas y algunos legisladores republicanos argumentan que estas acusaciones son el resultado de diferencias políticas y no de alcanzar el umbral constitucional para un juicio político. Los críticos temen que el juicio político a Mayorkas pueda sentar un precedente para la politización de futuros procedimientos de juicio político, según USA Today.
El Departamento de Seguridad Nacional condenó la demanda, calificándola de infundada y políticamente motivada. A pesar de la votación de la Cámara, el papel del Senado en la celebración de un juicio sigue sin estar claro, y el líder de la mayoría, Chuck Schumer, criticó la solicitud de juicio político como una "farsa". Además, el presidente Joe Biden criticó a los republicanos de la Cámara de Representantes por priorizar el juicio político a Mayorkas sobre los esfuerzos bipartidistas para resolver los problemas fronterizos. Sin embargo, la probabilidad de que Mayorkas sea destituido de su cargo parece baja, dado el control demócrata del Senado y el escepticismo de algunos senadores republicanos, según USA Today.
Según el artículo de Politico tres republicanos desertaron del intento de impeachment: los representantes Mike Gallagher (R-Wis.), Ken Buck (R-Colorado) y Tom McClintock (R-Calif.), quienes también votaron “no” la semana pasada. Pero los líderes republicanos pudieron revivir los artículos contra Mayorkas con el regreso del líder de la mayoría Steve Scalise (R-La.) después de un tratamiento por cáncer de sangre.
Según el artículo, “la votación tuvo lugar el mismo día en que los republicanos intentaron conservar el escaño del congresista expulsado George Santos. Si los demócratas cambiaran el escaño, probablemente dejaría el impeachment de Mayorkas fuera de su alcance hasta elecciones especiales a finales de este año”.
La naturaleza polémica del juicio político contra Mayorkas refleja divisiones partidistas más amplias y la incertidumbre que rodea el futuro de la política fronteriza y el proceso de juicio político en Estados Unidos.