El encuentro entre autoridades estadounidenses y cubanas en Washington, el miércoles (10), marcó un punto importante en el diálogo bilateral sobre migración, siendo el primer encuentro de este tipo este año. El evento tuvo lugar en medio de cambios significativos en las políticas de inmigración para los cubanos en Estados Unidos, como parte de una estrategia de la administración Biden para frenar el creciente flujo de personas que abandonan la isla.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la discusión se centró en la implementación de los acuerdos migratorios existentes entre los dos países. La delegación estadounidense destacó áreas de cooperación exitosa, al tiempo que identificó obstáculos para lograr los objetivos de estos acuerdos. El encuentro reafirmó el compromiso de Estados Unidos de mantener conversaciones constructivas con Cuba para promover sus intereses, según una publicación del MiamiHerald.
El foco de las discusiones estuvo estrictamente en el tema migratorio, con énfasis en la búsqueda de un proceso seguro, ordenado y regular entre los dos países, apuntando a la reunificación familiar y el respeto a los derechos humanos.
David Cloe encabezó la delegación estadounidense, mientras que Carlos Fernández de Cossio encabezó la cubana. El año anterior se produjo una afluencia significativa de más de 300.000 cubanos que llegaron a Estados Unidos, principalmente a través de la frontera con México, la cifra más grande desde los primeros días de la revolución encabezada por Fidel Castro.
La administración Biden amplió un programa existente para venezolanos, permitiendo a cubanos, haitianos y nicaragüenses solicitar un permiso especial para ingresar y vivir en Estados Unidos durante al menos dos años. Más de 15.000 cubanos ya se han beneficiado de este programa hasta marzo. Según la publicación, un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional agregó que son más de 55.000 cubanos, nicaragüenses y haitianos y más de 40.000 venezolanos los que han recibido autorización de viaje a través del programa.
Después de que comenzó el programa, hubo una caída significativa en el número de inmigrantes cubanos que intentaban cruzar la frontera ilegalmente. Sin embargo, los efectos del programa en la reducción de los viajes marítimos peligrosos no son tan evidentes, ya que la Guardia Costera de Estados Unidos continúa interceptando a cubanos en el mar.
Durante el encuentro, funcionarios cubanos expresaron preocupación por la necesidad de retomar la emisión de visas en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, especialmente para visitas familiares, argumentando que el cierre de estos servicios es injustificable después de seis años.
El “Centro para una Cuba Libre” destacó la
manipulación del gobierno cubano del tema migratorio como táctica en las
negociaciones con EE.UU., mientras que el director del centro enfatizó la
importancia de garantizar los derechos de los cubanos en medio de este proceso.