La vicepresidenta Kamala Harris ha adoptado una postura más dura sobre la inmigración y los cruces no autorizados en la frontera sur de Estados Unidos, lo que refleja un cambio en su retórica mientras busca atraer una audiencia más amplia a su campaña. Durante su discurso en la Convención Nacional Demócrata, Harris destacó sus planes para combatir los cruces ilegales, mencionando la reintroducción de un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza que fue bloqueado en el Senado, según el Latin Times.
Harris enfatizó la importancia de la seguridad fronteriza y criticó al expresidente Donald Trump por impedir que el proyecto de ley avance, alegando que ella no jugaría a la política con la seguridad del país. Esta postura contrasta con sus posiciones anteriores, como en 2019, cuando se opuso con vehemencia al muro fronterizo de Trump, calificándolo de "proyecto de vanidad medieval" y "desperdicio de dinero de los contribuyentes".
El cambio en la retórica de Harris se considera una respuesta al aumento de la inmigración ilegal en los últimos años y a las críticas que ha recibido, especialmente de los republicanos que la han apodado la "zar de la frontera". Su campaña ha utilizado estos nuevos puestos para resaltar su experiencia como fiscal general de California y su apoyo a un aumento de agentes de la Patrulla Fronteriza.
La nueva postura de Harris generó reacciones negativas, incluida la sorpresa de algunos legisladores republicanos como el senador James Lankford, quien señaló que Harris no había participado anteriormente en las discusiones sobre el proyecto de ley fronterizo.
Además de estos cambios en su política
migratoria, la campaña de Harris también se ha burlado del expresidente Trump,
ridiculizándolo por sus amenazas de retirarse de un debate de ABC, utilizando
imágenes y sonidos de gallinas cloqueando para ilustrar sus objeciones, según
la publicación.