Una serie de invasiones en hogares demócratas en el sur de Texas, que se llevaron a cabo como parte de una investigación de integridad electoral dirigida por el fiscal general del estado, han provocado un enfrentamiento con la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la organización civil latina más antigua en Estados Unidos, según un artículo de NBC News.
El 20 de agosto, las invasiones estuvieron
dirigidas a Manuel Medina, presidente de los Demócratas Tejanos, miembros de
LULAC, candidato a la Cámara estatal y alcalde local. La acción desató una ola
de indignación y acusaciones de supresión de votantes en un estado con una
historia de discriminación contra ciudadanos de ascendencia mexicana, lo que
llevó a la fundación de LULAC en 1929. El día después de las invasiones, los
líderes de LULAC y otros grupos de latinos defensores de los derechos humanos
protestaron frente a la oficina del Fiscal General Ken Paxton, alegando que las
acciones eran una forma de intimidación contra los votantes latinos.
La orden de allanamiento, que se entregó a una de las víctimas, Lidia Martínez, de 87 años, permitió la incautación de dispositivos electrónicos y documentos relacionados con empresas, organizaciones o elecciones, además de autorizar la recolección de ADN. La búsqueda tenía como objetivo encontrar evidencia de violaciones de las leyes electorales de Texas, como recolección de votos y fraude de identidad.
También fue allanado el domicilio de Manuel Medina, en un operativo que duró unas siete horas, durante el cual la policía confiscó 65 teléfonos móviles y 41 ordenadores y dispositivos de almacenamiento. El abogado de Medina obtuvo un amparo para impedir que los documentos incautados sean revisados o difundidos.
Las invasiones se llevaron a cabo tras una investigación de dos años basada en denuncias de violaciones electorales. Sin embargo, los líderes latinos acusan las redadas de ser un intento político de suprimir los votos latinos. En respuesta, pidieron al Departamento de Justicia que investigara las acciones del fiscal general, según NBC.
A la alcaldesa de Dilley, Mary Ann Obregón, le confiscaron su teléfono durante una invasión similar. Las acciones del fiscal general, según líderes latinos, tienen como objetivo intimidar e impedir la participación electoral de la comunidad latina en Texas.