Una encuesta revela que más estadounidenses dicen que la inmigración debería ser el principal foco del gobierno de Estados Unidos para 2025. Mientras el país se prepara para una nueva administración liderada por Donald Trump, los problemas de seguridad fronteriza y la deportación de inmigrantes indocumentados están cobrando protagonismo. el centro del debate político, reflejando la promesa de campaña del presidente electo. Las preocupaciones sobre la inmigración se han intensificado significativamente en comparación con años anteriores, alcanzando un apoyo mayoritario entre los republicanos y también ganando terreno entre los demócratas, aunque con enfoques diferentes.
Según una investigación realizada por Associated Press y NORC Center for Public Affairs Research, aproximadamente la mitad de la población adulta de EE. UU. mencionó espontáneamente la inmigración y la frontera como zonas prioritarias para el gobierno, un incremento notable respecto al año anterior. El estudio también destaca que 7 de cada 10 republicanos identifican la inmigración como el principal problema gubernamental, frente al 45% de hace dos años. Este cambio sugiere una creciente convergencia entre la base republicana en torno a la retórica anti inmigratoria característica de Trump. Aunque los demócratas han puesto mayor énfasis en el tema en 2024, solo una minoría significativa comparte la misma preocupación, lo que demuestra que hay un aumento, pero sin un alineamiento total con las políticas más estrictas que defiende el presidente electo.
Aun así, la economía sigue siendo la cuestión dominante. Aproximadamente tres cuartas partes de los estadounidenses, incluidos republicanos y demócratas, consideran que abordar los problemas económicos es una prioridad máxima del gobierno. Las preocupaciones económicas incluyen la inflación, el desempleo, los impuestos y los costos de la vivienda. La investigación incluso revela que los adultos jóvenes, en su mayoría, valoran la economía más que la inmigración, a diferencia de las generaciones mayores. Aproximadamente 4 de cada 10 jóvenes citaron la inflación como un problema crítico, y el 25 por ciento de ellos enfatizó los costos de la vivienda, un tema menos relevante para los estadounidenses de mayor edad.
El contraste generacional en términos de prioridades también se refleja en las expectativas de políticas públicas. Los adultos mayores de 60 años demuestran una preocupación específica con la Seguridad Social, mientras que este tema no es una prioridad para los más jóvenes. A pesar del enfoque económico común, existen diferencias notables en cómo los distintos grupos de edad perciben las principales áreas de intervención gubernamental.
En términos de política exterior, salud y cuestiones políticas, los estadounidenses siguen dando importancia a estas áreas, aunque con menor intensidad que la economía y la inmigración. Entre los demócratas, por ejemplo, la atención sanitaria y el cambio climático surgen como preocupaciones importantes, pero ninguno de estos temas alcanza la centralidad que la inmigración ha alcanzado entre los republicanos.
La encuesta AP-NORC a 1.251 adultos se realizó
del 5 al 9 de diciembre y tiene un margen de error de más o menos 3,7 puntos.