Una publicación en el sitio web ImmigrationImpact, un proyecto del American Immigration Council, destaca los principales puntos e implicaciones de los desafíos que enfrentan los estados y ciudades de EE. UU. con respecto a la inmigración y la financiación federal.

Las impugnaciones se relacionan con decisiones del Congreso de los Estados Unidos sobre la financiación para el año fiscal 2024, en las que hubo un cambio preocupante en la asignación de recursos. El Congreso recortó 150 millones de dólares del Programa de Servicios y Refugio (SSP) de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y transfirió esos fondos a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos. Este movimiento tiene implicaciones importantes para la infraestructura crítica utilizada por los estados y localidades para dar cabida a los inmigrantes recientes.

Las ciudades respondieron al aumento del número de migrantes con respuestas de emergencia, dando prioridad al alojamiento y otras necesidades básicas. Sin embargo, estas respuestas no fueron diseñadas como soluciones a largo plazo. La falta de financiación federal adecuada ha llevado a los estados y localidades a utilizar recursos limitados para abordar las necesidades inmediatas a expensas de soluciones a largo plazo.

Según la organización, se han ignorado las peticiones de los líderes de la ciudad, los gobernadores, la comunidad empresarial y las organizaciones no gubernamentales para obtener más apoyo federal. El Congreso ha recibido llamados bipartidistas para cambiar la política de inmigración, pero ha habido pocas acciones concretas. Esta inacción ha obligado a los estados y ciudades a tomar medidas políticas en materia de inmigración sin el apoyo federal necesario.

La reducción de la financiación del SSP se considera un paso atrás en el trato con los inmigrantes recién llegados. La falta de una acción federal efectiva está dejando a los estados y localidades sin recursos para apoyar de manera sostenible a los migrantes, lo que lleva a una reducción de la asistencia y recortes a otros servicios para compensar los costos.

En resumen, la publicación destaca la creciente presión sobre los estados y ciudades de EE. UU. debido a la falta de apoyo federal adecuado para abordar los desafíos de la inmigración. La disminución de la financiación del SSP representa un obstáculo importante para la capacidad de las comunidades de acoger y apoyar a los inmigrantes, y la inacción del gobierno federal está obligando a los estados y localidades a tomar medidas políticas por su cuenta.