Una publicación de Reuters aborda los desafíos que enfrentan las escuelas públicas en Estados Unidos con el aumento de niños inmigrantes, especialmente haitianos, y sus consecuencias para profesores, estudiantes y comunidades locales. Dana Smith, maestra de escuela pública en Charleroi, Pensilvania, dijo a Reuters la dificultad de enseñar a niños que no hablan inglés, especialmente después de la llegada de muchos haitianos. Ella y otros profesores enfrentan barreras lingüísticas y la presión de padres que sienten que sus hijos estadounidenses están en desventaja.

Desde 2022, más de medio millón de niños migrantes en edad escolar han llegado a Estados Unidos, abrumando a las escuelas, que enfrentan escasez de maestros y dificultades financieras. Una encuesta de Reuters de 75 distritos escolares encontró que un tercio de esos distritos sintieron un impacto significativo debido al aumento de estudiantes inmigrantes. Muchos distritos han contratado más profesores e intérpretes de inglés como segunda lengua (ESL), pero la falta de recursos y de formación adecuada sigue siendo un problema.

Donald Trump, en su campaña presidencial, utiliza ejemplos como el de Charleroi para criticar la inmigración, culpando a Kamala Harris y a la administración Biden del aumento de inmigrantes. Trump destaca los altos costes para los contribuyentes y la carga para las escuelas, mientras que la campaña de Harris defiende las inversiones en educación y asistencia a los estudiantes inmigrantes.

En Charleroi, la llegada de más de 200 estudiantes haitianos puso a prueba la capacidad de la escuela local, que tuvo que contratar nuevos profesores e intérpretes. Los costos adicionales incluyen transporte y matrícula para estudiantes que se transfieren a escuelas privadas. La comunidad local enfrenta tensiones raciales y económicas, exacerbadas por declaraciones antiinmigrantes en las redes sociales, según Reuters.

A pesar de los desafíos, hay señales de progreso. La profesora Dana Smith informó en el artículo que sus estudiantes inmigrantes ahora están más adaptados al inglés y al sistema escolar. Otro ejemplo positivo es el de Julnise Telorge, una estudiante haitiana que, a pesar de los episodios de racismo, se siente segura y resiliente.

Además de las dificultades, algunos ven el aumento de estudiantes inmigrantes como una oportunidad para enriquecer a la comunidad escolar con nuevas perspectivas.

En general, el informe describe un sistema educativo bajo presión de la inmigración, pero también con potencial de adaptación y crecimiento, mientras profesores, administradores y estudiantes enfrentan dificultades y trabajan para superarlas.