Rubén Gallego será el primer senador latino de Arizona, tras vencer a Kari Lake, su oponente republicana, en una contienda marcada por un prolongado conteo de votos. La victoria representa una continuación del dominio demócrata en el estado, que ya acumula cuatro victorias consecutivas para el Senado. Gallego sustituirá a Kyrsten Sinema, quien decidió no buscar la reelección después de un mandato como senadora independiente. Esta victoria refuerza el cambio político en Arizona, que históricamente fue un bastión republicano, pero que, en la era Donald Trump, empezó a alternar entre los dos partidos. Trump ganó Arizona en 2016 y nuevamente este año, logrando su mayor margen en los estados indecisos. Sin embargo, en 2020, Joe Biden obtuvo una estrecha victoria en el estado, lo que marcó un resurgimiento demócrata en la región.

Según una publicación de NBC News, Gallego celebró su elección como la realización de un sueño, destacando su origen humilde y el impacto de las oportunidades que ofrece Estados Unidos. Hijo de inmigrantes colombianos y mexicanos, Gallego destacó la visión de su madre, quien quería que él y sus hermanos asistieran a la universidad. A lo largo de su campaña dejó de lado la postura progresista que marcó el inicio de su carrera, cuando se alineó con figuras como Bernie Sanders y formó parte del Congressional Progressive Caucus, para adoptar un enfoque más moderado. Este cambio fue esencial para ganarse a los votantes en un estado donde los republicanos registrados superan en número a los demócratas. Gallego incluso recibió el apoyo de un influyente sindicato policial en Arizona, reforzando su estrategia de atraer al electorado más amplio.

Por otro lado, Kari Lake, conocida por su alineación con el movimiento MAGA y por llamarse a sí misma "Trump con tacones", no ha logrado suavizar su imagen polarizadora. Después de perder la carrera para gobernador de 2022, luchó por atraer a republicanos moderados e independientes. Lake intentó asociar a Gallego con el presidente Biden y criticarlo en temas como la seguridad fronteriza, tema central de su campaña. Además, recurrió a ataques personales, explotando el divorcio de Gallego y criticando su pasado progresista. A pesar de esto, estuvo detrás de Trump en desempeño en el estado y no pudo superar su limitada base de votantes.

La campaña de Gallego destacó por su superioridad en la recaudación de fondos, lo que permitió construir una operación robusta y consistente a lo largo de toda la disputa. Usó su identidad cultural y experiencia como veterano de la Marina para formar coaliciones como “Veteranos por Gallego” y “Juntos Con Gallego”. Sin embargo, siguió centrado en cuestiones prácticas como la seguridad fronteriza, la reforma migratoria y la salud mental de los veteranos. Al mismo tiempo, abordó temas prioritarios para los demócratas, como los derechos reproductivos, pero con una estrategia que enfrentó frecuentes críticas del partido.

Después de confirmar su victoria, Gallego destacó la importancia de interactuar con los votantes de todos los orígenes políticos, afirmando que su objetivo era generar confianza y tratar a todos como estadounidenses dignos de atención. Reconoció la diferencia numérica entre republicanos y demócratas registrados en el estado y señaló que su enfoque respetuoso y abierto fue clave para ganarse a votantes fuera de su base tradicional. Esta victoria, además de histórica, al ser la primera de un senador latino por Arizona, señala un cambio importante en el escenario político del estado, cada vez más competitivo.