En su discurso sobre el Estado de la Unión del 7 de marzo de 2024, el presidente Joe Biden abordó una serie de cuestiones cruciales que afectan no solo a los estadounidenses en general, pero también comunidades latinas en Estados Unidos. El State of The Union Address es un evento anual en el que el presidente pronuncia un discurso ante el Congreso, describiendo las prioridades y propuestas de políticas para el próximo año.

Durante su discurso, Biden enfatizó la importancia de un enfoque justo y equitativo en temas como la reforma fiscal, el cuidado infantil y la atención sanitaria. Además, destacó medidas específicas para abordar la crisis climática, fortalecer la seguridad pública y promover la igualdad de derechos. En tono de campaña, elogió los logros de sus años de gobierno y los comparó con los de su antecesor y retador a la presidencia, Donald Trump. El objetivo de este texto es comprender el discurso y su posicionamiento y, especialmente, la forma en que estas propuestas impactan directamente a las comunidades latinas en Estados Unidos, así como la correspondencia entre lo dicho por el presidente y la realidad de su mandato.

1. Resumen del discurso y propuestas clave

En su discurso del 7 de marzo, el presidente Joe Biden presentó una visión integral de su agenda para el año 2024, esbozando una serie de propuestas destinadas a abordar los desafíos que enfrenta Estados Unidos. Biden destacó la importancia de un enfoque justo y equitativo en temas como la reforma fiscal, el cuidado infantil, la atención sanitaria y la crisis climática, entre otros.

Una de las propuestas clave mencionadas por Biden fue la reforma fiscal, que aboga por que las corporaciones más grandes y ricas paguen su parte justa de impuestos. Destacó la necesidad de eliminar ciertas exenciones fiscales otorgadas a las empresas, especialmente en las industrias farmacéutica y petrolera, citando un impuesto mínimo del 21% a las grandes corporaciones para que "paguen su parte justa".

El senador Ron Wyden ya había presentado al legislativo una propuesta de impuesto mínimo sobre la renta para los multimillonarios, mientras que algunos miembros demócratas de la Cámara de Diputados presentaron, por segunda vez, un proyecto similar del presidente Biden a la Cámara. Este establece que los hogares más ricos de Estados Unidos deben pagar una tasa impositiva mínima del 20% sobre todos sus ingresos, incluidas las ganancias no realizadas. Esta obligación tributaria se aplicará exclusivamente al 0,01% más rico de los hogares estadounidenses, aquellos valorados en más de 100 millones de dólares. Si estos contribuyentes ya cumplen o exceden el impuesto del 20% sobre todos sus ingresos, no habrá ninguna imposición fiscal adicional.

Aún en el discurso, Biden reiteró su compromiso con el cuidado infantil y la reducción de la pobreza, destacando la importancia del “Crédito Fiscal para Niños”, que se implementó durante la pandemia y ayudó a reducir a la mitad la pobreza infantil.

Otro punto destacado por Biden fue la urgencia de afrontar la crisis climática y promover la transición hacia una economía más verde y sostenible. Describió planes para reducir las emisiones de carbono a la mitad para 2030, crear empleos en la industria de la energía limpia y conservar el 30% de las tierras y aguas de Estados Unidos para 2030. Estos pasos reflejan el compromiso de la administración Biden de abordar uno de los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo.

Sin embargo, mientras Biden esbozaba sus propuestas para abordar estas importantes cuestiones, también se preocupaba de contrastar su enfoque con el de su predecesor, Donald Trump, presentándose como un defensor de los valores fundamentales de la democracia y el progreso. Este aspecto del discurso refleja la naturaleza política del evento, con Biden aprovechando para resaltar las diferencias entre su administración y la anterior, al tiempo que defiende su visión para el futuro del país.

2. Inmigración: impacto y perspectivas para los latinos

Biden abordó de manera destacada la cuestión de la inmigración, reconociéndola como una de las cuestiones más urgentes y complejas que enfrenta el país. El presidente reiteró su compromiso con un enfoque humanitario y justo para abordar la crisis migratoria, destacando la necesidad de reformas integrales al sistema de inmigración de Estados Unidos. Para nuestro observatorio el tema es de gran importancia, ya que impacta directamente a las comunidades latinas en Estados Unidos.

Biden describió su visión de una reforma migratoria que incluye medidas para proteger a los Dreamers, que son inmigrantes traídos a Estados Unidos cuando eran niños, así como para proporcionar un camino claro hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que ya están contribuyendo a la sociedad. Estas declaraciones tienen como objetivo confirmar el compromiso de la administración Biden de reconocer la humanidad y la dignidad de los migrantes y sus familias.

Además, Biden abordó el tema de la seguridad fronteriza, reconociendo la necesidad de garantizar una frontera segura y ordenada respetando los derechos humanos de los migrantes. Destacó la importancia de invertir en tecnología e infraestructura para fortalecer los puntos de entrada legales y acelerar los procesos migratorios, reduciendo así la necesidad de cruces riesgosos e informales.

“No demonizaré a los inmigrantes diciendo que ‘envenenan la sangre de nuestro país’, como él (Donald Trump) dijo en sus propias palabras. No separaré familias. No prohibiré que la gente entre a Estados Unidos debido a su fe. A diferencia de mi predecesor, en mi primer día en el cargo presenté un plan integral para arreglar nuestro sistema de inmigración, asegurar la frontera, brindar un camino hacia la ciudadanía para los Dreamers y más. [...] Esto es Estados Unidos, de donde todos venimos de alguna parte, pero todos somos estadounidenses. Podemos discutir sobre la frontera o podemos arreglarla. Estoy listo para arreglarlo”.

El énfasis de Biden en la cuestión de la inmigración no fue sólo en forma de discurso. Según un artículo difundido por el MigrationPolicy Institute(MPI), en los primeros tres años del gobierno de Joe Biden, 535 acciones relacionadas con la inmigración fueron tomadas, superando a su predecesor Donald Trump, quien ejecutó a 472 en sus cuatro años en el cargo. Este esfuerzo resultó en que la inmigración legal volviera a los niveles observados antes de la pandemia de Covid-19.

Los esfuerzos para desalentar las entradas irregulares, ampliar las protecciones humanitarias temporales a muchos migrantes y las prioridades de aplicación de la ley se han vuelto más limitados y más centrados en categorías de migrantes no autorizados. Esto fue parte de la campaña electoral de Biden y se cumplieron promesas que demostraron ayudar a fortalecer la economía. Según el artículo, la frontera sur de Estados Unidos registró un récord de al menos 6,3 millones de encuentros con migrantes desde el inicio del mandato hasta enero de 2024, sumando 2,4 millones de migrantes dentro del país.

La permisibilidad propuesta por el enfoque de la administración Biden hacia las cuestiones de inmigración ha provocado un debate sobre la seguridad pública, donde no sólo los opositores, sino también algunos de los partidarios de Biden han comenzado a abogar por un control fronterizo más estricto, añadiendo una nueva dimensión a la política de inmigración en un año de elecciones presidenciales, sobre un tema de gran importancia para la política del país.

Las 535 acciones ejecutivas de la administración Biden hasta enero, según los cálculos del MPI, se emitieron en uno de los períodos migratorios más caóticos del hemisferio occidental en la historia reciente. Como tal, las acciones cubrieron una amplia gama de temas. Cuando la administración de Joe Biden suspendió la autoridad de expulsión relacionada con el COVID-19 del Título 42 en mayo de 2023, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) la reemplazó con un sistema de incentivos para los solicitantes de asilo que lleguen a los puertos de entrada y desincentivos para quienes crucen entre puertos de entrada sin autorización, entre otros cambios. Además, existe una mayor coordinación con los países latinoamericanos diseñada para acercar las oportunidades de migración a los países de origen de las personas. Y algunas de las acciones de la administración, aunque no la mayoría, son parte de un esfuerzo por suspender los cambios introducidos durante la administración Trump.

En su discurso sobre el Estado de la Unión del 7 de marzo de 2024, el presidente Joe Biden esbozó una serie de propuestas destinadas a abordar los desafíos críticos que enfrenta Estados Unidos, abarcando una amplia gama de temas, desde la reforma fiscal hasta la inmigración. Biden enfatizó la importancia de un enfoque justo y equitativo, destacando medidas específicas para abordar la crisis climática, fortalecer la seguridad pública y promover la igualdad de derechos. Sin embargo, además de presentar sus propuestas, Biden se propuso contrastar su enfoque con el de su predecesor, Donald Trump, enfatizando sus valores progresistas. La inmigración fue uno de los temas centrales del discurso, y Biden prometió un enfoque humanitario y justo para abordar la crisis migratoria, destacando medidas para proteger a los Dreamers y proporcionando un camino claro hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.

El impacto de estas propuestas en las comunidades latinas de Estados Unidos es significativo, y las acciones ya tomadas por la administración Biden reflejan un esfuerzo por cumplir sus promesas de campaña y lograr cambios tangibles. Sin embargo, las políticas propuestas también han provocado debates sobre seguridad pública y control fronterizo, añadiendo una nueva dimensión a la política de inmigración en un año de elecciones presidenciales. En última instancia, el discurso y las propuestas de Biden describen un esfuerzo integral para abordar los desafíos actuales y dar forma al futuro de Estados Unidos, con impactos significativos en las comunidades latinas y más allá.