Después de dos años como presidente de los Estados Unidos, Joe Biden realizó su primera visita a la frontera sur de losEstados Unidos con México el 8 de enero, en medio de una serie de polémicas por temas migratorios y narcotráfico en el país.
Durante su visita, el mandatario inspeccionó un punto de acceso en la ciudad texana de El Paso, que a finales del año pasado declaró estado de emergencia por la gran cantidad de inmigrantes que, según el alcalde de la ciudad, vivían en condiciones inseguras.
Funcionarios de aduanas e inmigración se reunieron con el presidente de Estados Unidos durante su visita a través del Puente de las Américas en un complejo de edificios en la frontera entre Estados Unidos y México. Posteriormente, junto al secretario del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, Biden asistió a una serie de demostraciones de inspecciones de seguridad fronteriza, incluyendo expertos con perros rastreadores.
Los activistas por los derechos de los inmigrantes consideran que la visita del presidente es tardía. Intenta demostrar la preocupación de su administración por el tema migratorio del país, uno de los principales puntos de fricción con la oposición republicana, pero que también ha generado polémica y estancamientos dentro del propio Partido Demócrata. Al acercarse a las fuerzas de seguridad fronterizas, Joe Biden busca suavizar las críticas sobre la indulgencia con la inmigración ilegal, especialmente en estados como Texas, Nuevo México y Arizona. La visita todavía se ve como un medio para mejorar su imagen para la reelección en 2024.
Se ha de considerar, sin embargo, la reciente elección de Kevin McCarthy que tuvo lugar el día anterior a la visita del presidente a la frontera. Luego de largas rondas de votaciones, el líder republicano obtuvo los votos suficientes para alcanzar el cargo de presidente de la Cámara de Diputados. Esto probablemente será un factor adverso para las futuras políticas del gobierno de Joe Biden, especialmente las relacionadas con el tema migratorio, particularmente con la dura resistencia de los republicanos contra la inmigración. Cabe recordar que una de las primeras medidas de la nueva composición de la Cámara de Diputados es pedir la destitución del secretario Alejandro Mayorkas.
Tras el final de la visita, el presidente estadounidense continuó su viaje a la Ciudad de México, donde se reunió con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con motivo de la 10° Cumbre de Líderes de América del Norte.
La
Cumbre de América del Norte
El martes 10 de enero, los tres líderes de América del Norte se reunieron en la Ciudad de México. En el encuentro discutieron principalmente la competitividad comercial entre países, temas de desarrollo sostenible y cambio climático, patrones migratorios y el tema del narcotráfico.
En cuanto a la agenda ambiental, los tres países acordaron para reducir las emisiones de metano para 2025 y el desperdicio de alimentos, hacer que el transporte sea más sostenible, utilizando autobuses eléctricos, por ejemplo, y aumentar las áreas de protección del océano y la tierra en un 30%, dialogando con líderes indígenas para ayudar en esta propuesta. También abordaron temas relacionados con la justicia racial, la equidad de género y la protección de la comunidad LGBTQIA+, impulsando acciones para combatir la violencia y la discriminación.
Otro punto que llamó la atención fue el tema de la competitividad comercial y el intento de Estados Unidos y Canadá de no perder espacio en el mercado mexicano. La fortaleza comercial del bloque es tan grande que alcanzó los US$3 millones por minuto en intercambios comerciales entre enero y octubre de 2022. Así, la cumbre se realiza en un momento tenso en relación a la competitividad comercial de los tres países.
Uno de los temas centrales en materia de competitividad es la política energética de México. Esta política, adoptada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo limitar la acción extranjera en el sector energético del país para que prevalezcan las empresas nacionales, en particular PEMEX, la petrolera estatal. Los líderes estadounidenses y canadienses consideran esto una violación del tratado de libre comercio entre los tres países, el T-MEC (o USCAM, en sus siglas en inglés) que se firmó en 2020, en reemplazo del antiguo TLCAN. En cuanto al asunto, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo que no será un tema relevante durante la cumbre pues está en vías de ser resuelto por las tres autoridades.
Así, ante la imposibilidad de llegar a un
consenso, los debates más espinosos de la cumbre se centraron en los temas de
inmigración y narcotráfico, que han generado serios problemas a los
estadounidenses y se han vuelto polémicos en el país, provocando que muchos
políticos hayan visto a Joe Biden como objetivo y barrera para resolver estas
necesidades sociales.
El
tema migratorio
El tema migratorio se ha convertido en un tema sensible del gobierno del presidente Joe Biden, y podría entorpecer su imagen de cara a la reelección. En los últimos meses, el presidente ha estado tratando de generar propuestas y soluciones para aminorar la crisis. La visita a la frontera Estados Unidos-México fue un intento de mostrar que estaba preocupado y activo con el tema migratorio.
Unos días antes de visitar México, Biden
anunció la restricción de inmigrantes ilegales provenientes de Cuba, Nicaragua y Haití ingresando a
Estados Unidos por la frontera con México. El país solo aceptará 30.000
inmigrantes por mes de los cuatro países durante dos años, ofreciendo
oportunidades de empleo regulares siempre que ingresen legalmente. Una medida
similar a la aplicada en relación con Venezuela.
A pesar del intento de Joe Biden de mostrar su preocupación por el tema de la inmigración, hay una serie de fallas en la implementación de su política. En su visita a la frontera sur de Estados Unidos, ningún inmigrante participó en las manifestaciones de seguridad y los reporteros que estuvieron en el lugar tampoco vieron a ningún inmigrante en el centro de descanso que visitó. Por lo tanto, es evidente que su breve visita a la frontera solo tuvo como objetivo mejorar su imagen, sin preocuparse realmente por el problema humanitario.
Durante las discusiones en la Cumbre de
Líderes de América del Norte, Estados Unidos, Canadá y México dieron a conocer
una serie de medidas para combatir la inmigración ilegal. Entre ellos,
implementaron el Plan de Acción para la Extensión y el Desarrollo de
Asociaciones, que se finalizó durante la cumbre, y son “medidas prácticas
destinadas a promover la coordinación y abordar las causas fundamentales de la
migración irregular”. También durante la cumbre, los países dieron a conocer
plataformas y centros de apoyo para inmigrantes.
El
tema del narcotráfico
Otro tema candente en la Cumbre fue el tema del narcotráfico. Aún en 2022, Estados Unidos tuvo un aumento en el número demuertes por sobredosis, problema que se ha estado repitiendo durante años. El número llegó a 100.000 personas y dos tercios de ese número fueron causados por un fármaco de la clase de los opioides, el fentanilo. Esta droga se produce con material supuestamente proveniente de China y entra a Estados Unidos por los cárteles de la droga desde México.
Para combatir la producción y el tráfico de esta droga, los tres gobiernos acordaron, de manera trilateral durante la Cumbre, colaborar en el Diálogo de Políticas de Drogas de América del Norte (NADD). Este acuerdo busca desarrollar un modelo estratégico para combatir las amenazas de las drogas ilícitas y propuestas para mejorar el sistema de salud en relación al consumo de drogas. El diálogo también incluye el intercambio de información sobre la producción y el tráfico de estupefacientes.
Otras discusiones sobre seguridad también marcaron la cumbre, principalmente en lo que respecta al tráfico de personas y armas entre los tres países. Para combatir estos problemas que generan inseguridad, los líderes lanzaron un acuerdo para recopilar e intercambiar información recopilada por Passenger Name Records (RNP) en América del Norte.
Conclusión
La visita de Joe Biden a la frontera de Estados Unidos con México y su posterior visita a la capital del país, junto al primer ministro canadiense, tuvo como foco principal los problemas actuales de su gestión y del país que preside. Sin embargo, para aliviar la presión que ha estado sufriendo internamente, el presidente aún tiene un largo camino por recorrer, teniendo que lidiar con varios temas, principalmente el del poder legislativo estadounidense.
Además, es posible notar lo tardía que fue la visita del presidente a México, en un evidente intento de suavizar las críticas que se le hacen a su gestión, especialmente en relación con los casos de inmigración ilegal. La Cumbre entre los tres mandatarios reforzó viejas promesas que esperan un desenlace positivo. Mientras tanto, los problemas dentro del bloque estadounidense siguen sin resolverse a la vista. Entre 2021 y 2022, los demócratas tuvieron mayoría en el Congreso y no lograron avanzar en temas importantes, como la inmigración, la economía verde y la pandemia de opiáceos. Ahora, cuando los republicanos han ganado el control de la Cámara de Representantes, lo máximo que se puede esperar es una parálisis en el país, ya que la situación y la oposición no tienen la fuerza para enfrentar con eficacia los desafíos que enfrenta el pueblo estadounidense.