A fines de marzo de 2021, la cantidad de inmigrantes en la frontera comenzó a aumentar y la Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) comenzó a liberar a los inmigrantes con el “Notice to Report” o “Aviso para Relatar”. Así, los inmigrantes tendrían hasta 60 días para acudir a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y solicitar asilo.
Este proceso comenzó a presentar varios problemas, principalmente porque los inmigrantes no se presentaban en las oficinas y el proceso no avanzaba. Entonces, a partir de julio de 2021, se implementó un nuevo programa. En este nuevo formato, los inmigrantes podrían ingresar al país, sin embargo, deberán usar una tobillera para identificar su paradero. Desde entonces, más de 800.000 inmigrantes han sido liberados a través de estos programas.
Sin embargo, solo a 214.000 de ellos se les dio fecha para comparecer ante el tribunal para su juicio, donde se les podría otorgar asilo. Entonces esto significa que casi 600.000 inmigrantes aún no han recibido ninguna notificación para presentarse en la corte y no tienen información sobre cuándo y dónde deben presentarse para solicitar asilo.
Muchos inmigrantes están perdidos, sin poder trabajar legalmente en el país y, además, el plazo para solicitar asilo es de un año y muchos de ellos ya han vencido el plazo sin ni siquiera saberlo.
Según lo informado por NBC News, las primeras veces que los agentes fronterizos comenzaron a liberar inmigrantes sin fechas para la corte fue justo al comienzo del programa, en marzo de 2021.
Por lo tanto, este se convirtió en el primer desafío importante relacionado con la inmigración en la administración de Biden. Desde entonces ha habido mucha atención y diversas críticas al gobierno en respecto al cruce de la frontera sur de Estados Unidos, pero poco se ha hablado de la falta de atención que se le da a los inmigrantes luego de ingresar al país.
El abogado de inmigración y presidente de la American Immigration Lawyers Association, Jeremy McKinney, dijo que esto termina por confundir aún más a una población que huye de la persecución y la tortura en sus países. Además, afirmó que un inmigrante puede tener dificultades para mantener informada a la agencia de Inmigración y Aduanas si se muda durante el proceso de solicitud de asilo.
Otro problema es la falta de financiación del programa. Según datos de NBC News, en un período de 10 días en enero de 2023, más de 25 mil inmigrantes fueron dados de baja del programa, lo que representa una caída del 7% en el total. De ellos, solo 2.300 tuvieron sus audiencias finales para decidir sobre el asilo.
A pesar de que el programa cuesta menos de US$1 por inmigrante por día y, por lo tanto, es mucho más barato que mantenerlos detenidos, el número de cruces sigue aumentando, lo que hace que los costos del programa aumenten exponencialmente. Actualmente, la agencia de Inmigración y Control de Aduanas gasta US$100 millones para operar el programa.