El gobierno de Biden enviará 1500 militares adicionales para reforzar la seguridad en la frontera sur, dijeron funcionarios estadounidenses el martes, ya que el fin inminente de las políticas de inmigración de la era de la pandemia hace que los funcionarios se preparen para un aumento de los cruces ilegales.
Una publicación del Texas Tribune informa sobre la decisión de la administración Biden de suspender el uso del Título 42, una orden de salud pública que permite la expulsión de inmigrantes en la frontera sur, así como el envío de tropas para ayudar a manejar la situación.
El Título 42 fue implementado por la administración Trump en respuesta a la pandemia de COVID-19 y se ha utilizado para expulsar a decenas de miles de migrantes, incluidos muchos que buscan asilo en los Estados Unidos. La orden ha sido criticada por defensores de los inmigrantes y grupos de derechos humanos, quienes argumentan que viola el derecho internacional y pone en riesgo a las personas vulnerables.
A pesar de las promesas de campaña de poner fin al uso del Título 42, la administración de Biden ha seguido haciendo cumplir la política, citando preocupaciones sobre la propagación de COVID-19. La decisión de extender la política ha recibido críticas de defensores y legisladores, quienes argumentan que es una violación de los derechos humanos y hace poco para abordar las causas profundas de la migración.
La administración Biden también ha anunciado planes para enviar tropas adicionales a la frontera sur para ayudar a manejar la situación. La medida se produce cuando los cruces fronterizos han aumentado en los últimos meses, con muchos migrantes que huyen de la violencia y la pobreza en América Central.
La decisión de enviar tropas fue criticada por algunos como una militarización de la frontera y una violación de los derechos humanos. Los defensores argumentan que el enfoque debe centrarse en abordar las causas fundamentales de la migración, como la pobreza, la violencia y el cambio climático, en lugar de medidas punitivas destinadas a disuadir a los migrantes.
Según el Texas Tribune, “el personal militar de los EE. UU. ha intensificado las operaciones fronterizas federales durante años. Los 1.500 soldados cuyo despliegue se anunció el martes se sumarán a otros 2.500 soldados ya asignados a la frontera sur, dijo un segundo funcionario estadounidense. Esos números no incluyen a los miembros de la Guardia Nacional de Texas desplegados para una misión dirigida por el estado llamada "Operación Lone Star".
Es probable que continúe el debate sobre la política de inmigración de EE. UU., con defensores que presionan por políticas más humanas y legisladores que se enfrentan a los desafíos que plantean un tema cada vez más complejo y politizado.