Una situación legal en torno a las barreras colocadas en el Río Grande por el gobierno para impedir el cruce de personas provenientes de México, hizo aún más complejo y desafiante el tema de la inmigración en Estados Unidos.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, eliminó anteriormente algunas de estas barreras, lo que resultó en una orden del gobierno federal para que el estado las eliminara por completo. El Departamento de Justicia presentó una demanda contra Texas por su negativa a eliminarlas.
Un estudio presentado por el Departamento de Justicia (DOJ) como parte de la demanda reveló que la mayoría de las boyas estaban ubicadas en el lado mexicano del Río Grande, conocido como Río Bravo en México. Además, también se colocaron anclajes de boyas en el lado mexicano del río. El Departamento de Justicia informó que se habían producido movimientos y construcciones no autorizados en el río, incluido el reposicionamiento de un ancla de hormigón más cerca de la costa estadounidense. Estas acciones de Texas se consideraron perjudiciales no sólo para las leyes federales que rigen el río, sino también para la relación entre Estados Unidos y México.
Según un artículo de NBC News, “el documento presentado por el Departamento de Justicia en su demanda contra Texas sobre las boyas que el estado colocó en el Río Grande para disuadir a los migrantes dice que 787 pies de ellas están en México. Otros 208 pies están en Estados Unidos. La sección de boyas en aguas estadounidenses está río arriba y el resto río abajo, señala el documento”.
El Río Grande sirve como frontera internacional entre Estados Unidos y México, y se utiliza para cruces legales e ilegales entre los dos países. Las boyas en cuestión estaban ubicadas entre Eagle Pass, Texas y Piedras Negras, México. El gobernador Abbott justificó el movimiento de las boyas con la intención de garantizar la seguridad, pero la acción enfrentó controversia y protestas de grupos opuestos a su sistema de control de inmigración llamado “Operación Lone Star”.
"Abbott, un republicano, culpó al presidente Joe Biden por los aumentos en el número de personas que llegan o cruzan la frontera ilegalmente, aunque hubo picos en el número de migrantes durante la administración Trump y los cruces fronterizos ilegales disminuyeron en junio", según la misma publicación.
La situación es compleja e involucra cuestiones
de derecho internacional, fronteras e inmigración. Se espera que la audiencia
judicial programada revise las acusaciones y determine si el gobierno federal
tendrá éxito en sus reclamos contra el estado de Texas con respecto a las
barreras en el Río Grande.