La organización “USA for UNHCR” presenta una reflexión, a través de una publicación en su sitio web, sobre el Mes Nacional de la Herencia Hispana en Estados Unidos, un momento para celebrar las culturas, tradiciones y contribuciones de los hispanos y latinoamericanos que viven en el país. Es una oportunidad para resaltar las voces únicas y los caminos, a menudo difíciles, que enfrentan los más de 60 millones de personas que constituyen la minoría racial y étnica más grande de los Estados Unidos.
El texto comparte historias inspiradoras de tres refugiados y aliados hispanos y latinoamericanos que buscaron una nueva vida en los Estados Unidos. Cada una de estas historias es un testimonio de resiliencia y determinación. Laura, una refugiada colombiana, enfrentó desafíos al llegar a Estados Unidos, como aprender inglés y adaptarse a una nueva cultura, pero su dedicación a sus sueños la llevó a dominar el inglés y graduarse de la universidad, buscando hacer realidad su sueño. Es cierto, convertirse en astronauta de la NASA. También anima a otros refugiados a creer en sí mismos y superar los obstáculos.
Alberto, de Venezuela, huyó para salvar su vida cuando estalló la violencia en su país. Pasó por un desafiante proceso de solicitud de asilo y, a través de esfuerzo y determinación, encontró un empleo significativo y ahora ayuda a otros refugiados a encontrar trabajos en las carreras que tuvieron que abandonar en sus países de origen.
Jen, hija de inmigrantes colombianos, creció en una comunidad de inmigrantes y refugiados y, inspirada por su experiencia, se convirtió en una defensora activa y directora de arte en Planet Nutshell, un estudio creativo. Su proyecto más reciente, el corto animado “Azúcar”, da voz a las experiencias de refugiados y migrantes que enfrentan desplazamientos forzados, mostrando el difícil viaje de una madre y un hijo que huyen de la violencia de las pandillas.
El texto también resalta la importancia de
apoyar a los refugiados de América Latina que llegan a Estados Unidos en busca
de una segunda oportunidad en la vida. El mensaje es claro: estas personas
enfrentan desafíos importantes, pero tienen mucho que aportar a sus nuevas
comunidades. La publicación concluye alentando a los lectores a unirse al ACNUR
para apoyar los recursos y la protección necesarios para ayudar a los
refugiados y solicitantes de asilo a reconstruir sus vidas en Estados Unidos.