Los votantes negros y latinos de Carolina del Norte han presentado una demanda ante un tribunal federal para impugnar los distritos electorales trazados por legisladores estatales republicanos.
En octubre de este año, la Asamblea General de Carolina del Norte aprobó nuevos mapas de redistribución de distritos destinados a empoderar al Partido Republicano estatal en los años venideros. La aprobación de los mapas también marcó un logro final para los líderes republicanos en la sesión anual, en la que sus prioridades sobre el aborto, LGBTQIA+ y los derechos de armas, el derecho al voto y la educación se convirtieron en ley y, a su vez, erosionaron los poderes del gobernador demócrata Roy Cooper.
Según AssociatedPress, los votantes negros y latinos que presentaron la demanda argumentan que estos distritos debilitan el poder de voto de las minorías, violando la Constitución de los Estados Unidos. La demanda cuestiona específicamente cuatro distritos donde alegan que los líderes republicanos manipularon a grupos de votantes para minimizar la influencia de las minorías, fortaleciendo la mayoría blanca del estado. Los demandantes pretenden revocar el mapa actual y adoptar uno nuevo.
El mapa actual favorece a los republicanos, dándoles ventaja para ganar al menos 10 de los 14 escaños en el Congreso estatal. Los demandantes alegan que las poblaciones minoritarias han sufrido discriminación y dilución de votantes, lo que ha resultado en disparidades persistentes en la representación política. La demanda se dirige a los distritos 1.º, 6.º, 12.º y 14.º y sostiene que la redistribución de distritos perjudicó ilegalmente a los votantes minoritarios.
También según un artículo de Associated Press, la demanda fue presentada el mismo día en que comenzó la presentación de candidatos para estos distritos y otros cargos en 2024. Aunque los demandantes buscan invalidar el mapa estatal para las elecciones, no buscan de inmediato una orden de restricción que bloquee su uso en 2024. Los republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes estatal, Tim Moore, refutan las acusaciones por considerarlas infundadas y un intento de provocar un caos electoral.
La demanda destaca el impacto en elecciones futuras, con posible influencia en las elecciones al Congreso de Estados Unidos. El contexto político y las implicaciones de estas acciones son fundamentales para la disputa actual.