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La crisis migratoria en Nueva York: ecos de la turbulencia nacional

Felipe Sodré Fabri / Leonardo Martins de Assis / Letícia Escorcio Lopes | 13/02/2024 17:13 | ANÁLISIS
IMG Foto: JMSuarez

Con un duro invierno que se extiende por el norte de Estados Unidos, la ciudad de Nueva York, conocida por sus bajas temperaturas, necesita preocuparse por otro problema más urgente que el frío extremo: la inmigración desenfrenada. Desde 2022, la metrópoli estadounidense recibe miles de inmigrantes de diferentes puntos del país, especialmente delsur. Esta oleada masiva de personas llegadas a la ciudad hizo que los servicios públicos acabaran alcanzando una sobrecarga histórica, como los centros de acogida para personas sin hogar de la ciudad.


Por ley, Nueva York está obligada a ofrecer refugio a las personas sin hogar, otro problema crónico en la ciudad que se ha intensificado con la llegada de más personas sin trabajo ni lugar donde quedarse. Casi 70.000 inmigrantes están utilizando refugios deemergencia este invierno, sin embargo, la administración del alcalde Eric Adams ha estado dificultando que estas personas permanezcan en refugios. Actualmente, existe un límite de 60 días para permanecer en un refugio, y después de ese plazo se produce la expulsión. Además, para quienes buscan trabajo, las barreras legales impiden a muchos inmigrantes acceder a la economía neoyorquina, y algunos esperan un documento llamado “IDNYC”, que podría ayudar a obtener un primer salario, pero sin garantías.

 

A crise também expôs as divergências entre o governo federal, liderado pelo presidente democrata Joe Biden, e o governo estadual e municipal, membro do mesmo partido. O prefeito Adams acusou a Casa Branca de falhar com a cidade de Nova Iorque ao não ter planos para lidar com o enorme fardo que suas políticas de imigração impunham às grandes cidades. Por sua vez, a Casa Branca afirmou que estava orgulhosa dos investimentos significativos que fez na cidade de Nova Iorque. O ex-governador do estado, Andrew Cuomo, também entrou em conflito com o prefeito, ao questionar o uso de recursos públicos para abrigar os migrantes.


Por lo tanto, la nieve y la burocracia representan dos problemas que intensifican este tema que se está extendiendo no sólo en Nueva York, sino en todo Estados Unidos, lo que eleva la importancia de un mayor análisis del tema.


Decisiones tardias

La crisis migratoria en la ciudad de Nueva York es uno de los mayores desafíos que enfrenta la administración del alcalde Eric Adams, quien asumió el cargo en enero de 2022. Desde abril de 2022, más de 100.000 solicitantes de asilo, principalmente de América Latina, han llegado a la ciudad en busca de refugio y oportunidades en una de las metrópolis más caras y pobladas del mundo. Sin embargo, la respuesta de las autoridades municipales, estatales y federales estuvo marcada por demoras, improvisaciones y conflictos, lo que empeoró la situación de los migrantes y los neoyorquinos.


Uno de los principales problemas que enfrentaba la ciudad era la falta de albergues adecuados para alojar a los migrantes, que a menudo llegaban en autobús sin previo aviso ni coordinación. La ciudad, obligada por ley a ofrecer refugio a todo aquel que lo solicite, tuvo que recurrir a hoteles, tiendas de campaña e incluso cruceros para albergar a los recién llegados. Sin embargo, estas soluciones resultaron insuficientes, ineficientes y costosas, y le costaron a la ciudad alrededor de 12 mil millones de dólares en los tres años siguientes.


Además, algunos de los intentos de encontrar soluciones a la crisis generaron burlas y críticas, tanto de la opinión pública como de otras esferas de gobierno. Por ejemplo, la idea de utilizar cruceros como refugio fue rechazada por algunos por considerarla cruel y por otros por lujosa, además de enfrentarse a problemas logísticos como las aguas residuales. Otra idea, construir tiendas de campaña en un aparcamiento del Bronx, fue abandonada después de que el lugar resultara inadecuado debido a la lluvia y al riesgo de socavones.


La crisis también expuso las diferencias entre el gobierno federal, encabezado por el presidente demócrata Joe Biden, y el gobierno estatal y municipal, del mismo partido. El alcalde Adams acusó a la Casa Blanca de fallarle a la ciudad de Nueva York al no tener planes para abordar la enorme carga que sus políticas de inmigración imponían a las grandes ciudades. Por su parte, la Casa Blanca dijo estar orgullosa de las importantes inversiones que realizó en la ciudad de Nueva York. El exgobernador del estado, Andrew Cuomo, también chocó con el alcalde, cuestionando el uso de recursos públicos para albergar a migrantes.


Sob a operação “Lone Star”, o Texas vem travando uma “guerra” contra imigração ilegal e gerando um mal-estar para a Casa Branca, com o governador Abbott se projetando nacionalmente como um grande crítico do presidente neste quesito. Em um comunicado divulgado no site do governo do Texas, o governador critica o presidente insinuando que a gestão federal ordenou que as agências “ignorem” as normas que mandam à prisão os imigrantes ilegais e reforça o direito do Texas de se proteger: “O presidente Biden instruiu suas agências para ignorar os estatutos federais que ordenam a detenção de imigrantes ilegais [...]”. “O Texas tem o direito como um estado para impedir criminosos de adentrarem nosso estado, de realizar prisões desses criminosos [...]” .


Críticas a Biden y las elecciones de 2024

El problema que enfrenta la ciudad en cuestión no es el único dolor de cabeza del presidente Biden en materia de inmigración, sino que varios frentes políticos nacionales están atacando a la actual administración de la Casa Blanca en este tema, como el gobierno de Texas. Recientemente, el gobernador del territorio texano, Greg Abbott, se mostró en contra de una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que permitió a agentes federales acceder a la frontera del país con México, obstruida por la Guardia Nacional de Texas. La motivación para esto fue que el gobierno de Texas comenzó a colocar vallas a lo largo del Río Grande, las cuales los agentes federales comenzaron a retirar para ayudar a posibles inmigrantes heridos, generando protestas y limitaciones de acceso al sitio por parte del gobierno deTexas.


Bajo la operación “Lone Star”, Texas ha estado librando una “guerra” contra la inmigración ilegal y generando malestar en la Casa Blanca, proyectándose el gobernador Abbott a nivel nacional como un importante crítico del presidente en este sentido. En un comunicado difundido en el sitio web del gobierno de Texas, el gobernador criticó al presidente, insinuando que la administración federal ha ordenado a las agencias “ignorar” las reglas que envían a los inmigrantes ilegales a prisión y refuerza el derecho de Texas a protegerse: “El presidente Biden ordenó a sus agencias ignorar los estatutos federales que ordenan la detención de inmigrantes ilegales [...]”. “Texas tiene el derecho como estado de impedir que los delincuentes entren a nuestro estado, de arrestarlos [...].


Esta presión, procedente del sur, dificulta las cosas al presidente Biden, elegido sobre una plataforma que mezcla el tradicionalismo de los demócratas con el actual progresismo presente en el partido. En estos momentos, el jefe del Ejecutivo actúa de una manera que a veces sus partidarios demócratas consideran “bruta”, pero nunca lo suficientemente “fuerte” como para calmar a los republicanos. En la derecha, Donald Trump, su posible oponente en las elecciones de noviembre, y Nikki Haley, la actual oponente de Trump para la nominación del partido, han estado criticando la administración del presidente. Para que se hagan una idea, Haley apoyó la decisión del gobernador Abbott contra las fuerzas federales y calificó la posición de Biden sobre el tema como “absolutamente ridícula. Trump, por otro lado, promete deportaciones masivas y apoya las decisiones de los estados de apartarse de la administración federal en el tema de la inmigración. Esto aporta concreción a la afirmación de que Nueva York no es el único lugar que enfrenta problemas de inmigración en el país. Los organismos burocráticos, de seguridad y de justicia están desalineados a este respecto, lo que podría afectar gravemente a las elecciones de este año.


El último sábado de enero, la actual gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, defendió, durante un discurso, la posibilidad de considerar la deportación de inmigrantes bajo determinadas circunstancias. El discurso del gobernador choca con la característica de “ciudad santuario” –cuya estructura jurídica se configura a favor de la protección de los inmigrantes– atribuida anteriormente a la ciudad de Nueva York, como resultado de políticas favorables a los derechos de los inmigrantes, como la posibilidad de votar en las elecciones locales y la liberación legal de personas indocumentadas. Es importante, sin embargo, enfatizar que la hipocresía que existe dentro de la política norteamericana no es nueva y continuamente contribuye al daño en relación a la permanencia y dignidad de los inmigrantes en territorio norteamericano. Como ejemplo de este desacuerdo político, en el segundo semestre de 2022, el Immigration Reform Law Institute (IRLI) -organización jurídica afiliada a la Federation for American Immigration Reform (FAIR), que proyecta contra la inmigración- criticó las medidas tomadas por los concejales a favor de los derechos de inmigración, alegando que las políticas tomadas por ciudades santuario, como Nueva York, conducen a más crimen, miedo y muerte.


Con esto, se afirma que la complejidad de la crisis migratoria en Estados Unidos trasciende la angustia del Estado de Nueva York y se entiende que el desajuste de concepciones y la persistente hipocresía presente en la política estadounidense terminan por complicar el escenario que enfrentamos hoy, sin haber un espectro de resolución.

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