Seis décadas después de la icónica huelga de la uva de Delano que marcó el comienzo de la marcha encabezada por César Chávez a Sacramento, miles de miembros y simpatizantes del sindicato United Farm Workers (UFW) se reunieron nuevamente en Delano para una nueva caminata simbólica a Forty Acres, el sitio histórico del primer ayuno público de Chávez. Según una publicación de NBC News, la actual manifestación, denominada “con estas manos”, sacó a la luz las tensiones que viven los trabajadores rurales ante las estrictas políticas migratorias implementadas durante la administración Trump.
California, responsable de una parte importante de la producción agrícola de Estados Unidos, se basa en una fuerza laboral compuesta en su mayoría por inmigrantes, muchos de los cuales viven en situación irregular. Las estimaciones indican que entre el 60% y el 70% de estos trabajadores son indocumentados, lo que los hace extremadamente vulnerables a las acciones del ICE (Immigration and Customs Enforcement), como arrestos y deportaciones en el Valle Central. Esta realidad ha generado inseguridad, miedo y un sentimiento constante de inestabilidad entre los trabajadores y sus familias.
Ante este escenario, dirigentes sindicales como Armando Elenes sostienen que soluciones específicas, como la ampliación de visas temporales, no son suficientes. Piden políticas más amplias y humanas que ofrezcan garantías laborales básicas, como bajas por enfermedad, protección contra condiciones laborales extremas y acceso a la atención sanitaria. Al evento también asistieron representantes de otras entidades sindicales y el Fiscal General de California, Rob Bonta, cuya trayectoria personal se entrelaza con la historia del movimiento.
La marcha fue también un acto de reafirmación del legado de César Chávez. Para su hijo, Paul Chávez, más que intentar cambiar opiniones, la movilización sirve para unir a quienes quieren combatir la xenofobia y el racismo, mostrando apoyo a los trabajadores inmigrantes que sostienen gran parte de la producción de alimentos del país. En medio de los desafíos, la memoria de Chávez y los ideales por los que luchó siguen vivos, inspirando a las nuevas generaciones a persistir en la búsqueda de la justicia social y la dignidad en el trabajo.