Han ganado protagonismo en los medios estadounidenses las propuestas de algunos candidatos presidenciales republicanos, como Ron DeSantis, Vivek Ramaswamy y Nikki Haley, que sugieren enviar personal militar estadounidense a México y utilizar drones con bombas para combatir a los cárteles. Estas propuestas surgieron durante el debate republicano de finales de septiembre, en el que Nikki Haley destacó la preocupación por el fentanilo en Estados Unidos y la amenaza que representan los cárteles mexicanos.
El centro de la discusión gira en torno al poder y la influencia de los cárteles mexicanos, que fueron resaltados recientemente en un estudio publicado en la revista Science de los investigadores mexicanos Rafael Prieto-Curiel, Gian María Campedelli y Alejandro Hope. Según este estudio, los cárteles emplean colectivamente a unas 175.000 personas en México, lo que los convierte en el quinto empleador más grande del país. Esta revelación es sorprendente y pone en perspectiva la escala y la complejidad del problema.
“Según los resultados, la fuerza laboral de los cárteles mexicanos sólo es superada por unas pocas grandes empresas en México, entre ellas la multinacional de bebidas Femsa, Walmart, Manpower y el gigante de las telecomunicaciones América Móvil. [...] Más de 200.000 estadounidenses han sufrido sobredosis y han muerto a causa de opioides sintéticos como el fentanilo desde 2020, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades”, según el artículo de NBC News.
La propuesta de los candidatos republicanos de enviar fuerzas militares para combatir a los cárteles ha sido objeto de críticas. Se argumenta que la adicción a las drogas en Estados Unidos no se puede resolver simplemente bombardeando a México, y que el problema también reside en los consumidores de drogas en Estados Unidos. Además, la idea de enviar tropas a México fue rechazada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien la consideró absurda y pidió que los mexicanos residentes en EE.UU. no apoyen a candidatos que promuevan ese tipo de planes.
El estudio antes mencionado también señala que la violencia de los cárteles mexicanos no ha disminuido a lo largo de los años, a pesar de los arrestos de líderes de los cárteles, las acciones gubernamentales y las negociaciones de paz. Reducir el reclutamiento de nuevos miembros de los cárteles se considera una forma más eficaz de reducir la violencia que la represión militar.
Los investigadores, según NBC News, sugieren que la solución radica en comprender cómo los cárteles reclutan nuevos miembros, abordando cuestiones como las amenazas, las escasas oportunidades económicas y los riesgos asociados con unirse a estas organizaciones criminales. El estudio destaca que un porcentaje significativo de reclutas terminan en prisión o muertos en un período de 10 años.
Si bien existe debate sobre la exactitud de las
cifras y los métodos del estudio, arroja luz sobre un problema complejo y
desafiante que enfrentan México y Estados Unidos, que es el reclutamiento
continuo de nuevos miembros para los cárteles de la droga y la violencia
asociada con ellos. La investigación también destaca la importancia de
encontrar soluciones que vayan más allá de enfoques puramente militares y
represivos.