Rua Hygino Muzy Filho, 737, MARÍLIA - SP contato@latinoobservatory.org
IMG-LOGO
inicio / noticias

noticias

ENTRE CERVEZAS Y TACOS, LA CULTURA LATINA LOGRA IMPONERSE EN ESTADOS UNIDOS

Letícia Escorcio Lopes / Mayara Metodio Frota / Marcos Cordeiro Pires | 25/09/2023 15:46 | ANÁLISIS
IMG Imagem de Freepik

En las interacciones entre sociedades humanas podemos encontrar un cierto patrón cíclico, marcado por relaciones de competencia, conflicto, acomodación y asimilación. Este patrón puede verse al observar el contexto político y social de América del Norte durante los últimos cuatro siglos. Además de la interacción entre los españoles y los pueblos originarios, donde se reprodujo este proceso, también se vuelve aplicable a la relación entre México y Estados Unidos, entre los pueblos hispanohablantes y los anglosajones. Después del conflicto y el acuerdo, ahora vemos la asimilación mutua entre la cultura anglosajona, por parte de los mexicanos, y también la cultura mexicana por parte de la población originaria en su mayoría de las Islas Británicas y del norte de Europa. En este aspecto llama la atención la noticia de que la cerveza Modelo Especial superó en ventas a la tradicional marcaestadounidense Bud Light entre los meses de mayo y junio de este año.


Un poco de historia

A finales de la primera mitad del siglo XIX, entre 1846 y 1848, el surgimiento de la Guerra México-Estadounidense provocó que México perdiera alrededor del 50% de su superficie, mientras que Estados Unidos, a su vez, aumentó su territorio en un 25%. El período previo al conflicto está marcado por la doctrina estadounidense del “Destino Manifiesto” –basada en la creencia de que el pueblo norteamericano debía expandir su territorio por toda América, motivado por la voluntad divina–, al mismo tiempo que México, en 1821, obtuvo su independencia en territorios que anteriormente pertenecían al Virreinato de Nueva España.


Durante el período de consolidación de su territorio, el gobierno mexicano, con el objetivo de fomentar la ocupación de la región de Texas, firmó un acuerdo que permitió la colonización de estas tierras por ciudadanos norteamericanos. Este acuerdo, sin embargo, no resultó duradero: contrariamente a las reglas impuestas, los estadounidenses comenzaron a organizarse para la independencia del pedazo de tierra que dividía a los dos países, conflicto que se resolvió en 1836 con la derrota de México en la Revolución de Texas. En 1845, ya muy publicitado el Destino Manifiesto, James K. Polk (expresidente de Estados Unidos) quiso ampliar aún más el territorio, interesándose por el estado mexicano de California. En respuesta, al año siguiente se declaró una “guerra defensiva” contra Estados Unidos. En 1847, el avance de los estadounidenses propició la conquista de la Ciudad de México, lo que fue el detonante de la rendición del país latinoamericano.


Con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo el 30 de mayo de 1848, se cedieron y vendieron el territorio de Texas, Nuevo México, Nevada, California y Utah, así como partes de Colorado y Wyoming. Sin embargo, el país, mediante la “Compra Gadsden” realizada en 1853, se apoderó de Arizona y Nuevo México por 10 millones de dólares. Debido a esta anexión cabe mencionar que varias ciudades de Estados Unidos también tienen nombres de origen mexicano, como Los Ángeles, San Francisco, San Diego y Las Vegas, lo que contribuyó a que la herencia hispana no desapareciera del todo. Tampoco podemos olvidar la permanencia de la población mexicana en estos lugares, a pesar de las grandes políticas de represión y exterminio.


El proceso de asimilación


Es importante analizar, desde la perspectiva de los estudios sociales, la forma en que se produjeron las interacciones entre las personas y cómo se presentaron las consecuencias en el sentido de dominación y resistencia de los dominados. En un artículode Robert E. y Park Ernest W. Burgess publicado en 2014, los estudiosos explicaron que, en una interacción entre personas, hay fases de: competencia, conflicto, acomodación y asimilación. La competencia, siendo la única de estas formas de relación sin contacto social, es la experiencia fundamental y universal de vivir entre dos o más grupos, en los que hay una disputa por recursos finitos. Ya a través del contacto social, que constituye los otros tres grupos, comienzan el conflicto, la acomodación y la asimilación, en los que se desarrollan simpatías, prejuicios, relaciones personales y morales que dificultan la competencia. Esta última –la asimilación– tiende a crear un orden social impersonal, en el que cada individuo, siendo libre, persigue su propio beneficio y utiliza a todos los demás individuos como medio para ese fin, contribuyendo inevitablemente al bienestar común mediante el intercambio de servicios y proporcionando así una integración total. Sin embargo, durante el proceso de acomodación, los individuos y los grupos realizan cambios internos en situaciones sociales creadas por la competencia y el conflicto y, por lo tanto, la acomodación es una respuesta a ellos. Cuando estos cambios son categóricos y aceptados, el conflicto desaparece y las tensiones se resuelven.


Una vez expuesta la idea detrás de los conceptos, es posible hacer una correlación entre la teoría y los hechos presentados al comienzo de este análisis. Cuando un pueblo es conquistado, la sumisión y la derrota modifican las relaciones sociales de tal manera que el nuevo orden establecido pasa a basarse en hábitos y costumbres. Como resultado, este tipo de acomodación, compuesta de dolor y luchas, se convierte en una herencia para las generaciones posteriores como parte natural e inevitable del orden social. La acomodación es una especie de mutación, como ocurre, por ejemplo, con la conversión religiosa. Por el contrario, la asimilación representa una transformación más profunda y gradual de la personalidad, influenciada por contactos sociales concretos e íntimos; es el resultado de cambios en la organización y el contenido de la personalidad. La ambición norteamericana de expansión territorial hacia Occidente implicó la relación de competencia entre Estados Unidos y México por regiones originalmente pertenecientes al segundo, lo que reflejó así el período llamado “competencia”, a través de la lucha armada librada en 1846. El claro desequilibrio del poder condujo a la victoria estadounidense. Sin embargo, mucho más que dominación de tierras, el acto indicaba la subordinación de los ocupantes de esas tierras a una cultura que no era compartida entre ellos y mucho menos deseada. Las comunidades mexicanas enfrentaron presiones sociales y políticas para adoptar la cultura estadounidense dominante, que incluyó la adopción de un nuevo idioma, nueva vestimenta, nuevos rituales y costumbres, nuevas religiones y creencias, y nuevos sistemas políticos, económicos y educativos, lo que las convirtió en proscritas o marginadas de todo lo que surgió de la cultura de un pueblo que alguna vez fue dueño de sí mismo.


Junto con la inevitable estructuración de la imagen del pueblo mexicano como un pueblo frágil, sufriente y subordinado, todos estos cambios estructurales aplicados a estas poblaciones representaron interacciones del tipo acomodación y asimilación. Como resultado, el pueblo latino tuvo que adaptarse y, mejor dicho, transformarse, y todo lo que se transforma, se transfigura y deja de ser lo que alguna vez fue. Las generaciones americanas de ascendencia mexicana, como resultado de este proceso, contribuyen a la realización de una identidad que sigue, junto con los abuelos inmigrantes, costumbres descendientes, al mismo tiempo que exalta, como buena persona nacida en territorio americano, el “4th of July”.


En los últimos años, la dificultad de encajar y entenderse como parte de algo más grande debido a las importantes diferencias que existen entre mexicanos, estadounidenses sin raíces latinas e individuos multirraciales se ha convertido en un tema de gran atención y discusión entre los jóvenes sucesores de más de una identificación racial, cultural y étnica (NBC News). A modo de ejemplo, en el sitio social de preguntas y respuestas “Quora”, Magdalena trajo al público, a la comunidad informal, un sentimiento común entre muchos de quienes deambulan entre etiquetas identitarias tratando de alimentar la natural necesidad humana de encontrarse a sí mismos: “Mi madre es escocesa/inglesa y mi padre es mexicano. No hablo mucho español, pero parezco que debería hacerlo, así que la gente intenta hablar conmigo y solo tengo que pedir perdón. Los blancos me preguntan constantemente, de manera intencionada, "¿qué eres?", casi como si sospecharan de mí hasta que pueden categorizarme. Algunas personas de raza mixta hablan de sentirse "plural", de pasar de una experiencia étnica a otra. Yo nunca he sentido eso. No experimento el mundo como una mujer blanca; crecí como uno de los tres niños morenos de mi grado, y cuando soy la única morena en una reunión y hablamos de gente de color, todos se vuelven hacia mí y esperan que hable en nombre de todos los mexicanos. Desde muy temprana edad, mis compañeros me identificaron como diferente a ellos y no dudaron en transmitírmelo. [Pero también] no veo el mundo como una mujer mexicana, no tengo ningún acento, fui criada principalmente por mi madre blanca y mi padrastro blanco, así que la mayoría de las tradiciones de mi familia son la cultura estadounidense dominante. Nunca he experimentado la mayoría de los tipos de discriminación, experiencias dañinas que sufren muchas mujeres mexicanas. Siempre me sentí como un fraude, reclamando una historia y una herencia que no eran verdaderamente mías. Independientemente de cómo me identifiqué, llegué a la conclusión de que mi experiencia no es tan mexicana ni tan blanca. Mi experiencia soy yo. Y eso es universal”. (traducción libre - Quora)


Sin embargo, a pesar de la importancia que este tema conlleva en cuanto al significado que mueve a un individuo, el hecho de que parte de una generación esté buscando su lugar en el mundo de forma independiente no genera preocupación alguna respecto al debilitamiento de la esencia latina a largo plazo. De hecho, los resultados del Censo 2020 en Estados Unidos revelan que la población de origen hispano ya ha sido responsable de la mitad del crecimiento demográfico de los últimos diez años, alcanzando casi el 20% de la población total (Census.gov). En otras palabras, el país más grande de América del Norte está, hoy en día, compuesto en gran medida por personas de origen latino, y su desarrollo en el territorio ha indicado cada vez más la relevancia de esta población para la economía, la cultura y la política de los Estados Unidos. Muchos de estos avances son reportados por el Center for American Progress: “Los latinos en los Estados Unidos están alcanzando nuevas alturas en cuanto a logros educativos, logrando avances económicos significativos y cambiando dramáticamente el panorama político. [...] Más de 11 millones de latinos votaron en 2012 y se espera que 40 millones sean elegibles para votar para 2030. A medida que los latinos asuman un mayor poder político dentro de los Estados Unidos, la relación de los Estados Unidos con el resto de las Américas se convertirá en un tema cada vez más importante en la política interna de Estados Unidos. Asimismo, el creciente papel de las empresas hispanas y los consumidores latinos en la economía más grande del mundo creará enormes oportunidades para promover una integración económica más profunda entre Estados Unidos y México”. (traducción libre - Center for American Progress (CAP))


La improbable victoria de una marca de cerveza mexicana


Entre los meses de mayo y junio de este año, un movimiento en el mercado norteamericano de bebidas terminó rompiendo con una tendencia que se había perpetuado durante dos décadas: la marca de cerveza Bud Light -líder del mercado americano desde 2001, cuando desplazó la icónica Budweiser – dio paso al mexicano Modelo Especial. La caída observada en las ventas del gigante americano fue consecuencia de la reacción negativa de sus consumidores conservadores a la realización de una campaña de marketing, a principios de abril, con la influencer transgénero Dylan Mulvaney, en celebración de los “365 Days Of Girlhood”. ” (“365 días de vida femenina”, traducción libre): un cuadro en el que la estrella de TikTok compartió, a diario, durante el transcurso de un año, los altibajos de su transición de género. Es importante resaltar, sin embargo, que el auge de la cerveza mexicana no fue nada inusual, pues, desde 2015, los gigantes de Constellation Brands ya habían observado cómo Modelo, antes popular entre los latinos en California, poco a poco se convertía en la cerveza preferida entre los latinos frecuentadores del moderno East Village, en Nueva York.


Actualmente, México se presenta como el mayor exportador de bebidas del mundo, con el tequila como su producto estrella. El hecho de que el país tenga un tratado de libre comercio con Estados Unidos y ya tenga una gran población de origen mexicano en su vecino del norte, significa que los productos mexicanos tienen una ventaja adicional. Estados Unidos es el mayor consumidor de productos mexicanos, ya sean automóviles, electrónicos, tequila o Modelo Especial. Al mismo tiempo que asistimos a la “americanización” de México, en las últimas décadas asistimos cada vez más a la “mexicanización” de Estados Unidos.


Como se mencionó, el éxito de la marca de cerveza mexicana, a pesar de ser muy significativo, no es una excepción dentro del territorio norteamericano. Uno de los ejemplos más concretos de la incorporación de la cultura latina a los hábitos en Estados Unidos es la costumbre culinaria conocida como “Taco Tuesday”, en la que en muchas ciudades del país se comen platos mexicanos como tacos, tortillas o guacamole, los martes. Debido a la fama de la fecha, muchos restaurantes realizan promociones para continuar con esta tradición y atraer más clientes. Según CNN, este movimiento comenzó con una empresa regional llamada “Taco John's” en 1980, cuando el dueño de uno de los restaurantes de la franquicia vendió dos tacos por 99 centavos de dólar en el día de menor ganancia de la semana. La promoción tuvo tanto éxito que la compartió con otros franquiciados y la cadena registró la frase “Taco Tuesday” en 1989, convirtiendo el hábito en uno de los más famosos e importantes para la difusión de la cultura latina en el país más grande de Norteamérica.


Además del mercado de alimentos y bebidas, el mundo de la producción audiovisual también ha tenido éxito en Estados Unidos y en todo el mundo al retratar -desde estudios de animación de gran magnitud, como Pixar y Walt Disney Animation Studios- detalles de ricas culturas de América Latina. Los ejemplos más destacados son Coco (2017) y Encanto (2021). En esta primera, la trama aborda el deseo del joven protagonista de ser músico en oposición a la prohibición de su familia debido a la forma en que la trayectoria musical de uno de los miembros de la familia impactó negativamente en el pasado y presente de sus padres, abuelos, tíos y primos. El viaje de Miguel en busca de su sueño se refleja ricamente en las características y tradiciones mexicanas, con un fuerte acercamiento a lo ancestral, cuando Miguel, durante la celebración del Día de Muertos, termina cruzando la frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. La película “Encanto”, que realmente cautivó al mundo entero, retrata la historia de una familia que vive en una casa mágica escondida entre las montañas de Colombia, en un lugar llamado Encanto. Es importante resaltar que los productores decidieron mantener el nombre y algunos diálogos en español, para darle la debida significación a su origen. En la película se retratan varias tradiciones de raíces latinas, como la presencia de una matriarca en la familia, que recuerda a los almuerzos dominicales y las fechas conmemorativas en las casas de los abuelos.


La presencia de personajes y actores latinos, así como de aspectos que configuran su cultura, en las producciones americanas puede verse desde dos perspectivas divididas por una delgada línea: la representación y la apropiación cultural (para una mejor comprensión se utiliza el término “apropiación cultural” para indicar el uso de alguna práctica cultural de un grupo marginado, por parte de un grupo o individuo hegemónico; esta práctica genera beneficios para el grupo dominante, pero no para el grupo subordinado, además de poder caricaturizar una determinada costumbre y reforzar algún arquetipo). En agosto de este año, el mundo vio el estreno en Hollywood de “Blue Beetle”, una película que cuenta la narrativa escrita por la editorial norteamericana DC Comics, una de las mayores productoras de cómics de superhéroes de la historia. Un hecho sorprendente que seguramente no se repetiría hace 20 años fue la elección de Bruna Marquezine, la primera brasileña, después de Alice Braga y Morena Baccarin, en protagonizar una película taquillera de esta magnitud. Hechos como este, además de las producciones cinematográficas de animación antes mencionadas, indican que la asimilación de la importancia de la representación ha acompañado el crecimiento de la presencia de los latinos en Estados Unidos. En otras palabras, para un país con una creciente presencia latina reflejar esta diversidad en los productos que componen su cultura es crucial.


Algunos argumentos, aunque frágiles y con poca ejemplificación concreta, ponen en tela de juicio un factor importante: que, muchas veces, muchos elementos y bienes de origen latino no reciben el debido reconocimiento y son marginados, hasta recibir protagonismo sólo al pasar por las manos de países dominantes, considerándose exóticos y/o sofisticados. (Conozca más sobre el funcionamiento de los arquetipos en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina a través de un análisis ya escrito por el Observatorio Latino, haciendo clic aquí .


Conociendo las bases históricas, colonizadoras e imperialistas de varias de las acciones que dieron forma a las relaciones entre los países del llamado “Primer Mundo” en contraposición a los países subdesarrollados y en desarrollo, los vínculos de dominación son claros, aunque de maneras que no siempre son tan explícitas. Sin embargo, hoy es posible ver la construcción de la diversidad y representación latina en Estados Unidos de manera, afortunadamente, sustancial por parte de los propios latinos como resultado del intento de mantener vivas sus raíces en un lugar que alguna vez fue su territorio de origen.

buscar noticias