El pasado lunes (27), la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, viajó a Houston como participante de un evento para la comunidad hispana de la ciudad, organizado por el “Caucus Hispano del Congreso” (CHC), una organización política sin fines de lucro que busca involucrar a los votantes hispanos en los Estados Unidos, Puerto Rico y otros territorios de los EE. UU.
Como parte de la campaña electoral de 2024, la aparición de Harris posiblemente tenga como objetivo llegar a los votantes latinos a medida que disminuye el apoyo de ese grupo al presidente Biden. Para ponerlo en contexto, en 2020, Biden obtuvo el 65% de los votos de los latinos/hispanos y, según una encuesta de The Times/Siena para las próximas elecciones, el presidente ahora contaría con el 50% de apoyo de este electorado, un situación preocupante para el actual ocupante de la Casa Blanca. En este sentido, es posible entender que existen motivaciones detrás de esta visita ya que representa el inicio de la disputa por la reelección de Biden.
Con la presencia de más de 200
personas, desde miembros del Caucus hasta figuras públicas -congresistas
demócratas y el vicepresidente-, el evento discutió temas relevantes para la
comunidad latina, como la salud mental, el aborto, las armas y el
microemprendimiento. Además, Kamala jugó un papel
fundamental en la conversación, al considerar su gestión muy elogiada por otros
miembros de la comunidad hispana presentes, como la jueza local Lina Hidalgo,
quien dijo: “Es muy difícil para ustedes encontrar una administración que haya
hecho más para la comunidad hispana”.
Vale la pena señalar que otras figuras políticas, como Sylvester Turner, alcalde de Houston, y los representantes Al Green, Lizzie Fletcher y Sheila Jackson Lee también elogiaron la administración Biden. Además, la vicepresidenta destacó el momento de tensión que vive el país en el que “se están atacando libertades y derechos” y que es necesario construir una “coalición fuerte” para afrontarlo, haciendo referencia al apoyo de la comunidad hispana ante un posible radicalismo de la oposición republicana.
En este sentido, la visita de Harris denota cómo la administración Biden está haciendo esfuerzos por llegar a la comunidad latina, algo sumamente fundamental para la reelección del presidente. Cabe mencionar que, en las últimas tres elecciones presidenciales, el voto de esta comunidad favoreció a la mayoría de los candidatos del partido demócrata: 71% de los votos para Obama, 66% para Clinton y 65% para Biden. Sin embargo, el apoyo de casi 35 millones de electores está disminuyendo a los demócratas, algo ya señalado por la caída del porcentaje de votos en las últimas elecciones. Además, encuestas recientes indican una disminución del apoyo latino al actual presidente, como señaló The Times/Siena, que reveló que la mayoría de los hispanos creía que Donald Trump haría un mejor trabajo en el área económica. Sin embargo, la encuesta se basó en respuestas de sólo 235 votantes hispanos registrados.
Sin embargo, el hecho de que las encuestas indiquen que Biden está perdiendo el apoyo de los latinos no significa que el presidente no pueda ganar votos de esta comunidad; todavía es demasiado pronto para decidir si habrá una pérdida concreta de apoyo. Además, algunas de las acciones de Biden, como la “Ley de Reducción de la Inflación” y las inversiones en la industria, aún no han tenido impacto en una parte de la población estadounidense, afectando la aprobación del presidente. También hay que considerar que, según la organización “UnidosUS”, la contienda presidencial del próximo año será la primera en la que el 22% de los votantes latinos elegibles votarán en una elección presidencial. Aproximadamente un tercio del electorado es nuevo desde las elecciones de 2016, cuando Hillary Clinton se enfrentó a Trump.
Vale la pena señalar que la campaña de Biden ya está invirtiendo fuertemente en ganar el voto latino, abriendo posibilidades de beneficios futuros, representados por la visita de Kamala Harris a Houston esta semana. En otras palabras, aún es pronto para indicar si hay una pérdida efectiva del voto latino, sin embargo, como indica Domingo García, presidente de la Unión Latina de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC), el crecimiento de la participación latina en las elecciones es un factor decisivo, considerando que el próximo presidente de Estados Unidos necesitará el apoyo de parte de esta comunidad. Sin embargo, algunas tendencias muestran que los latinos se han acercado a los republicanos en algunos estados, como Florida. Como uno de los estados más poblados de Estados Unidos, Florida es un estado indeciso para muchos presidentes que han llegado a la Casa Blanca. Biden, sin embargo, fue uno de los primeros en no ganar el estado, pero aun así ganar la contienda electoral. Es decir, en las últimas elecciones presidenciales, Trump obtuvo el 55% de los votos de los estadounidenses de ascendencia cubana en el estado y, en Miami, aumentó el número de votos que recibió respecto a 2016. Durante la disputa con Clinton, el expresidente obtuvo aproximadamente 340 mil votos en la ciudad, elevando esta cifra a casi 530 milen 2020.
En la última contienda electoral, Biden no pudo aumentar su apoyo en Florida, lo que provocó la pérdida de delegados clave en el estado. Sin embargo, incluso con la elección de políticos republicanos latinos en algunas partes del país, es probable que el actual presidente siga contando con el apoyo de este grupo, ya que hay puntos que separan a los latinos de los republicanos: no existe una agenda republicana oficial que es popular entre los votantes latinos; con el fin de la pandemia y la estabilización económica, es probable que las agendas latinas se alejen de este tema, algo que ayudó a Trump en su momento; Además, en 2022, las elecciones de mitad de período demostraron que los latinos continuaron apoyando a los demócratas y fueron fundamentales en contiendas extremadamente reñidas. Incluso con la caída de la popularidad, las posibilidades de que los latinos sigan apoyando a Biden y a los demócratas son altas, pero también es evidente cómo algunos grupos en particular, como los cubanos, tienden a apoyar a los republicanos.
Por tanto, queda claro que la visita de Kamala Harris a Houston va más allá de la mera participación en un evento de la comunidad latina. Su presencia refleja una estrategia asertiva de la campaña de Biden, encaminada a consolidar el apoyo para una posible reelección, especialmente ante una posible pérdida de apoyo de los votantes latinos. La ausencia de un programa definido por parte de los republicanos, incluido el posible candidato Donald Trump, mantiene a esta comunidad en sintonía con los demócratas. Sin embargo, sólo durante la temporada electoral será posible discernir si se producirán cambios significativos en el escenario del voto latino.