Al alcanzar niveles sin precedentes, la migración en las Américas se ha destacado no sólo como un tema urgente para los gobiernos de los países directamente afectados por el aumento del flujo de personas, sino también como fuente de desacuerdos políticos, como se puede observar principalmente en el ámbito de disputas ideológicas entre la población y los partidos políticos en Estados Unidos. Aunque muchos migrantes permanecen en América Latina y el Caribe, existe una tendencia creciente a dirigir estas masas hacia el norte global, como Estados Unidos, Canadá y países europeos, para lograr mejores condiciones de vida, escapando de realidades muy precarias, como la pobreza, hambre, violencia agravada por las crisis climáticas, políticas y económicas.
La creciente ola migratoria revela nuevas formas encontradas por la población migrante para ingresar a los territorios deseados, como lo ejemplifica Jordi Amaral para el AmericasMigration Brief. Según el autor, el Darién Gap, que conecta Colombia y Panamá, se ha convertido en un peligroso punto de cruce, con más de 500.000 personas atravesándolo en lo que va de año, más del doble que el año pasado. También vale la pena señalar que cada día hay más de 10.000 personas que intentan cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, como informó recientemente la policía fronteriza estadounidense. Los países del hemisferio han respondido de diferentes maneras a esta situación, cada vez más compleja, ya sea intentando ampliar la libre circulación en el Caribe, como es el caso de la propuesta presentada por “Caricom”, a través de programas de regularización migratoria y laboral que proteger a los migrantes o incluso con políticas de endurecimiento de los enfoques, centrándose en la seguridad fronteriza, como se señaló anteriormente en otro texto, que revela nuevas formas de represión de la inmigraciónhacia Estados Unidos.
La situación actual, que presenta la crisis migratoria como un tema central para los gobiernos de los países directamente impactados por el fenómeno, puede apuntar a algunas tendencias –descritas en artículos y publicaciones especializadas en el tema- que pueden jugar un papel importante en el escenario migratorio en el hemisferio occidental en 2024. En este sentido, uno de los aspectos que consideramos importantes son las disputas electorales que se destacan como una forma de entender las complejas y evolutivas dinámicas relacionadas con la migración en las Américas en el mediano y largo plazo.
Un factor que llama la atención es la creciente influencia política de los venezolanos expatriados en América Latina. El artículo de Lautaro Grinspan, publicado por NBC News se centra en este tema, destacando el caso de Argentina, donde asumió la presidencia el economista de extrema derecha Javier Milei. Los partidarios de Milei, incluidos los inmigrantes venezolanos, jugaron un papel decisivo en su victoria.
La diáspora venezolana en las Américas está compuesta por millones de personas que abandonaron el país principalmente debido a la desestabilización política y económica acentuada por el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Venezuela. La asociación de un gobierno autoritario con el socialismo aumenta la creciente participación de la gente en movimientos de derecha y extrema derecha, lo que se refleja en varios países. De esta manera, la citada publicación resalta el activismo político de la diáspora venezolana, quienes si bien aún no tienen la posibilidad de votar en muchos casos, sí se involucran activamente en temas políticos, especialmente a través de las redes sociales. Un hecho novedoso es que muchos inmigrantes venezolanos han utilizado plataformas online para compartir sus experiencias, advertir sobre los “peligros” del socialismo y apoyar a candidatos de derecha, como se menciona en el caso de Argentina.
La tesis defendida en este análisis, que puede contribuir a comprender el aumento del compromiso latinoamericano con el conservadurismo político y el reaccionarismo, sugiere que la diáspora venezolana, al haber experimentado directamente los problemas asociados con el socialismo en su país de origen, es más probable que se oponga a las tendencias y movimientos izquierdistas en los países de acogida. La movilización de votantes por parte de políticos en torno a retórica similar respecto al comunismo y gobiernos considerados socialistas ha sido una de las tácticas electorales encontradas por políticos en varios países del continente. En Estados Unidos, esta dinámica ayudó a fortalecer el apoyo latino a los republicanos en Florida. Incluso con la sistematización de las políticas antiinmigración, los políticos de derecha logran ganar apoyo entre la población inmigrante. Ron DeSantis, gobernador de Florida, ganó la reelección en 2022 con el 58% del voto latino, a pesar de haber fletado dos vuelos con inmigrantes con destino a Martha's Vineyard, sede de complejos turísticos de lujo en el estado de Massachusetts. Los inmigrantes eran en su mayoría venezolanos.
Según el artículo publicado por NBC, Florida también es emblemática del tipo de influencia política que pueden ejercer las diásporas establecidas desde hace mucho tiempo, especialmente en política exterior. Durante décadas, los votantes y legisladores cubanoamericanos han influido con éxito en la postura de “línea dura” del Congreso y de varias administraciones presidenciales sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. “Si alcanza niveles similares de organización, la diáspora venezolana podría ayudar a marcar el comienzo del aislamiento diplomático del actual régimen chavista”, argumenta Grinspan.
Otro factor importante que impulsa el aumento de la desigualdad y la pobreza y que dirige la orientación político-ideológica de las masas de múltiples maneras es la concentración del poder económico. Un informe publicado recientemente de Oxfam International titulado “Inequality Inc.”, destaca la importante ampliación de la brecha entre los más ricos y los más pobres del mundo desde el año 2020. El documento revela que los cinco hombres más ricos del mundo han duplicado sus fortunas en los últimos cinco años, mientras que casi cinco mil millones de personas en todo el mundo se han empobrecido en el mismo período. El mensaje principal del informe destaca la relación entre la concentración del poder económico en manos de multimillonarios y el aumento de la desigualdad global. El círculo vicioso creado por esta concentración de riqueza involucra a multimillonarios que acumulan poder político para cambiar las reglas del país, lo que a su vez les otorga más privilegios y una mayor proporción de las ganancias de sus empresas. Una publicación del Latin Times que analiza la mencionada investigación de Oxfam señala que, “aunque ningun de los cinco hombres más ricos del mundo es latinoamericano, la división económica que provocaron afectó mucho a la región”. Una entrevista realizada a Carlos Brown Solá, director de investigaciones de Oxfam México, buscó brindar más detalles sobre esta relación. Según él, la influencia directa e indirecta de los multimillonarios estadounidenses en las economías latinoamericanas se da a través de sus empresas o de su poder político y sus relaciones con los gobiernos de la región. Un ejemplo citado por Solá es el de Elon Musk, quien anunció la construcción de la fábrica más grande de Tesla en México, influyendo en las decisiones de los gobiernos locales a cambio de beneficios para su empresa.
Las consecuencias de esta estrecha relación incluyen la dependencia de la población de empleos de baja calidad, exenciones fiscales para los multimillonarios, falta de recursos para compensar el daño ambiental y el desequilibrio de poder entre los multimillonarios y los gobiernos locales. La entrevista destaca la discusión sobre el “nearshoring” y las inversiones de empresas estadounidenses en la región, siendo Elon Musk un claro ejemplo de influencia en las decisiones gubernamentales y los incentivos fiscales. A pesar de la importancia de comprender estos esquemas y su relación con el aumento de la migración en América Latina, no abordaremos aquí un análisis más profundo de una posible relación directa entre la concentración del poder económico y el abandono de grandes poblaciones de sus países de origen. Al igual que el fenómeno de la crisis climática y el avance del crimen organizado, es importante basar este tipo de análisis en la reflexión sobre otros temas importantes, como los regímenes políticos y la orientación ideológica y/o partidista aquí mencionados.
En este complejo escenario, llama la atención que en los últimos años más de 7,5 millones de personas han abandonado Venezuela, desencadenando la crisis migratoria más grave en la historia moderna de América Latina, según datos presentados por ACNUR (Agencias de la ONU para los Refugiados). La adhesión a los discursos de extrema derecha de estos inmigrantes venezolanos, que se oponen a los derechos humanos y la justicia social, ha ido ganando impulso en toda América Latina, según el análisis de Grinspan.
Además de la población venezolana en Estados Unidos, existe una tendencia significativa hacia el conservadurismo entre los nominados estadounidenses “multiculturales”. El estudio “Multicultural Demographics 2024” de Collage Group destacó tendencias significativas entre los estadounidenses multiculturales, un grupo demográfico que ha crecido y ha alcanzado casi 4 millones desde 2021. El informe aborda temas como el acceso a la educación, la representación en la fuerza laboral y el poder adquisitivo. Sin embargo, una estadística importante se refiere a la identificación política de los latinos. El estudio revela que el 30% de los latinos se identifican como conservadores, lo que los convierte en el grupo demográfico conservador más grande, sólo detrás de los blancos. Esto coincide con encuestas recientes que muestran una disminución en el apoyo latino a Joe Biden, con un 39% prefiriendo a Donald Trump, según una encuesta de USA Today/SuffolkUniversity en eneroToday/Suffolk University. En 2020, Biden recibió un 65% de apoyo latino.
Según la encuesta de Collage Group, a pesar del aumento del conservadurismo, la mayoría de los latinos todavía se identifican como liberales (34%), mientras que un 16% se considera centrista y un 21% siente que el tema no les aplica. Otros grupos étnicos como los negros y los asiáticos tienen una identificación política predominantemente liberal. El estudio también destaca la concentración de la población latina en el suroeste de Estados Unidos, especialmente en estados clave como Arizona, estado disputado en las elecciones de 2020. California tiene el mayor número de votantes latinos aptos para votar, seguido de Texas, Florida, Nueva York y Arizona. El cambio en las opiniones políticas de los latinos podría tener implicaciones significativas en las próximas elecciones, considerando que son el grupo multicultural más grande de Estados Unidos, y se proyecta que representará el 14,7% de los votantes elegibles en 2024, según una investigación del Pew Research Center.
Aunque la atención se centra en la diáspora venezolana, es importante señalar que este grupo no es homogéneo y existen divergencias de opiniones políticas dentro de la comunidad. Algunos miembros son más cautelosos al abordar la política, especialmente en los enclaves venezolanos donde hay resistencia a opiniones más liberales. Aun así, es un hecho que la inmigración, a pesar de la complejidad analítica que rodea al tema, parece jugar un papel importante en el discurso antiinmigrante que cobra cada vez más fuerza en Estados Unidos y en los países europeos, con la consiguiente revitalización. de movimientos nacionalistas y de extrema derecha.
Las corrientes liberales y progresistas del ala demócrata en Estados Unidos han estado buscando formas de ganarse el apoyo y la representación de la comunidad latina para revertir esta tendencia, abordando temas importantes para este electorado. Las tácticas para acercarse a su base de jóvenes latinos y a la población latina en Estados Unidos en general han sido utilizadas principalmente en la situación política actual, en la que la pérdida de apoyo de este electorado ha ido en aumento.
En las publicaciones semanales del Latino
Observatory buscamos dar cuenta de algunas de estas apuestas democráticas en
este intento, mientras que el tema de la migración ha sido central en los
momentos previos al nuevo ciclo electoral del país.