Con aproximadamente más de 13 millones de habitantes, las ciudades de Los Ángeles, Miami y Nueva York representan una porción considerable de la población de Estados Unidos. Destacados históricamente en escenarios internos y externos, estos centros urbanos dictan culturas, reglas y políticas que se difunden y son adoptadas por otras ciudades, denotando una enorme influencia regional e internacional. En este punto destaca la inmigración, una seña de identidad de estas regiones y que define un alto grado de atracción de estas ciudades para individuos de todo el mundo, especialmente los provenientes de América Latina. Para que te hagas una idea, Nueva York es conocida por su diversidad demográfica y lingüística, ya que en la ciudad se pueden encontrar más de 200idiomas, con énfasis en el español. En 2015, casi dos millones de personas hablaban el idioma en la ciudad, lo que representaba más del 50% de la población en ese momento.
Además, volviendo al punto de la población hispana, estas tres ciudades se destacan en el país porque cuentan con varios grupos latinos que las eligieron para residir. Es posible encontrar varios grupos provenientes de los más variados países de América Latina, como Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Brasil y otros, pero se pueden observar tres con importancia histórica para las ciudades: cubanos, mexicanos y puertorriqueños. Miami destaca por una gran población de inmigrantes y descendientes de cubanos, lo mismo con Los Ángeles y los mexicanos y Nueva York con puertorriqueños.
Por razones históricas, políticas y económicas, estos grupos se dirigieron a estos grandes centros buscando mayores oportunidades de vida, acción que tuvo un fuerte impacto en estas ciudades. Hoy en día, ninguna de estas ciudades sería la misma sin estos grupos, considerando que sus economías y políticas han cambiado, además de un enriquecimiento cultural y lingüístico que daría una identidad aún más rica a estas metrópolis. Por tanto, es importante analizar la historia y desarrollo de la relación entre estos tres grupos latinos y sus respectivas ciudades, Los Ángeles, Miami y Nueva York.
Nueva York y los puertorriqueños
Históricamente, la ciudad de Nueva York recibió una gran cantidad de puertorriqueños que eligieron el gigante urbano estadounidense como lugar para buscar oportunidades. En 2022, alrededor de 1,1 millones de puertorriqueños vivían en la región metropolitana de la ciudad, uno de los grupos más grandes de origen latino. De hecho, es un número considerable, construido a través de años de inmigración y consolidación de esta comunidad en Nueva York, que comenzaron antes del siglo XX.
En el siglo XIX comenzó a llegar a Nueva York una gran oleada de puertorriqueños, incluso antes de que el territorio fuera incorporado a Estados Unidos tras la guerra contra España, siendo esta la primera oleada de inmigración a la ciudad. Unos años más tarde del conflicto, la isla de Puerto Rico, ya parte de EE.UU., recibe la aplicación de la Ley Jones-Shafroth de 1917, que garantiza el libre acceso de los puertorriqueños al país sin necesidad de pasaporte. Este cambio legal, combinado con las crisis ambientales y económicas que atravesaba Puerto Rico en ese momento, culminaron en que Nueva York fuera vista como un lugar con mejores oportunidades para miles de personas que la isla, intensificando otra ola migratoria. Sin embargo, muchos terminaron enfrentando discriminación y barreras laborales al llegar a la ciudad, generando fuertes exclusiones sociales.
Aun así, estos problemas no lograron darle un nuevo significado a la idea de cambio que Nueva York trajo a los puertorriqueños, con la tercera y mayor ola de inmigración ocurriendo en la década de 1950, llamada “la Gran Migración”. En ese momento, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, los efectos prolongados de la Gran Depresión y el advenimiento de la aviación intensificaron la llegada de puertorriqueños, quienes comenzaron a construir una identidad local. Los Nuyorican, así se llama esta población migrante o de ascendencia puertorriqueña, comenzaron a construir su identidad dentro de Nueva York, centralizándose en algunos barrios, como East Harlem (Harlem español) y East Village (Loisaida).
De hecho, la inmigración marcó la cultura y la demografía puertorriqueña en la ciudad. En 1970, el 70% de los hispanos residentes en Nueva York tenían orígenes o descendientes de Puerto Rico, un número significativo, siendo que este año fue el pico de puertorriqueños en la ciudad, cifra que se acercó a los 900 mil. Sin embargo, la población local comenzó a disminuir sostenidamente en los años siguientes, debido a varios factores, como la inmigración de puertorriqueños a otros estados y la diversificación de los hispanos residentes en Nueva York, que comenzaron a venir de otros lugares de América Latina, como Centroamérica, el Caribe ySudamérica. Para que se den una idea, entre 2017 y 2022, la población puertorriqueña cayó de 715 mil a 574 mil, lo que representa una caída del 20% y denota una disminución constante.
Sin embargo, incluso con una población pequeña, la importancia cultural y política de los puertorriqueños para Nueva York es innegable. Para que te hagas una idea, en la ciudad existe todo un movimiento cultural puertorriqueño, el llamado Nuyorican Movement, nombre creado mezclando “New York” con “Puerto Rican”. Este movimiento fue responsable de la producción de arte, literatura, poesía y música durante años, con grandes nombres como Miguel Algarín Jr, Esmeralda Santiago, Pedro Pietri, Tito Puente y variosartistas más. Además, no es correcto dejar de hablar de grandes clásicos del cine que retrataron las relaciones entre las comunidades puertorriqueñas y el resto de Nueva York, como la obra de teatro y, posteriormente, película, West Side Story de 1957.
Actualmente, este grupo de puertorriqueños se puede considerar consolidado en Nueva York. Su cultura y necesidades políticas se extienden por toda la ciudad, denotando su influencia. Si consideramos la demografía actual de los barrios neoyorquinos, el Bronx, ubicado al norte de la ciudad, es donde vive actualmente la mayoría de los puertorriqueños y se realizan eventos para celebrar a esta población, como el National Puerto Rican Day Parade, que se llevará a cabo en la ciudad el 9 de junio de este año. Por tanto, los puertorriqueños en Nueva York fueron una de las primeras poblaciones latinas en consolidarse en una gran ciudad estadounidense, cuya gran presencia logra proyectarse a nivel nacional, tanto en la cultura como en la política, siendo ejemplo de presencias notables como la de la congresista Alexandria Ocasio Cortez, de ascendencia puertorriqueña.
Los Ángeles y los mexicanos
Según estimaciones de los censos de 2020 y 2022, la región de California tiene la mayor cantidad de hispanos viviendo en Estados Unidos, siendo esta realidad una construcción histórica y, no casualmente, el nombre de la ciudad es la representación de “Los Ángeles” en idioma español. Comprender qué hay detrás de la masiva presencia latina en el territorio de California, con especial enfoque en individuos de origen o ascendencia mexicana, debe hacerse a partir de su formación territorial.
Incluso antes de ser invadida por los colonizadores europeos, la región de California tenía nativos de varias tribus indígenas. Durante el siglo XVI se iniciaron expediciones de la Corona de España al territorio en cuestión, que no supusieron, sin embargo, ocupación alguna por parte de colonos; Fue, por tanto, recién a finales del siglo XVIII que los españoles comenzaron a establecerse a lo largo de la costa del Estado, a través de misiones de conversión al cristianismo en regiones como San Diego, San Francisco y Los Ángeles. La presencia de España en el territorio encontró resistencia por parte de los pueblos originarios, pero continuó hasta principios del siglo XIX, cuando, en 1821, México obtuvo su independencia y, con el declive del poder del Imperio español, las tierras previamente dominadas por la Corona en América pasaron a ser posesión del recién formado México –incluido el actual Estado de California–, lo que provocó que muchos hispanos de origen mexicano migraran a la región en busca de oportunidades.
Sin embargo, poco más de dos décadas después, en 1848, la guerra entre México y Estados Unidos resultó en la posesión de California por parte de Estados Unidos, marcando el fin del control del gobierno latino sobre el territorio. Sin embargo, incluso con la transición de regencia, la presencia e influencia mexicana en la cultura, sociedad y economía de California creció significativamente con el tiempo, a tal punto que la mayor ocupación de mexicanos y sus descendientes en Estados Unidos es, hoy en día, en la ciudad de Los Ángeles. A modo de ejemplo, el Censo de 2020 mostró que, de los 10 millones de habitantes de la región de Los Ángeles, aproximadamente 4,8 millones eran de origen latino (correspondiente a casi la mitad de la población); de estos, aproximadamente 3.4 millones eranmexicanos.
De la introducción histórica y los datos presentados, es indudable que la formación de las estructuras políticas, culturales, económicas, sociales y de género que conforman la sociedad que habita Los Ángeles, recibió influencia directa de la presencia de los mexicanos (e hispanos, en general) en el territorio. En las calles, esta influencia se hace palpable a través de la arquitectura, el arte mural, los paisajes y los negocios. Zac Thompson, escritor de la colección de guías de viaje “Frommers”, utiliza el término “capital de América Latina rural” para resumir Los Ángeles, esto se debe a que muchos de los habitantes de la región provienen de pequeños pueblos de Centro y Sudamérica, por lo que varios espacios fueron remodelados en memoria de sus lugares de origen; James Rojas, nativo del este de Los Ángeles, llamó al fenómeno “Urbanismo latino”. El término en cuestión no presenta una definición única que sea capaz de abarcar su impacto y complejidad, pues el espacio urbano ya ha sufrido transformaciones debido a la presencia y acción de diferentes comunidades a lo largo de la historia, incluyendo pueblos indígenas originarios, españoles, mexicoamericanos, inmigrantes latinoamericanos e inmigrantes de diversas otras regiones del mundo (cuya presencia aumentó, principalmente, durante la Fiebre del Oro en 1848). De esta manera, el Urbanismo Latino combina las raíces de América Latina, Estados Unidos y Europa y se expresa a través del dinamismo, con la idea de desarrollar barrios que conecten todas las esferas de la sociedad: el arte (muchos murales y mucha música), ocio (parques), comercio (de fácil acceso y de todo tipo, con especial énfasis en los “pequeños negocios” de venta de productos culturales latinos), zonas residenciales y accesibilidad al transporte.
Además del alcance estructural de los espacios en la ciudad de Los Ángeles, la cocina también estuvo fuertemente influenciada por la cultura mexicana en su formación. Mantener la cocina tradicional de un determinado pueblo fuera de su territorio de origen es una de las principales herramientas de resistencia y cultivo de una determinada cultura, con el fin de evitar que sucumba una historia construida, y de ahí su importancia. En este sentido, la preservación de los hábitos alimentarios de los hispanos provenientes de México no ha pasado desapercibida: según un análisis del Pew Research Center en 2024, existen más de 5,000 restaurantes de comida mexicana en Los Ángeles, siendo esta la mayor cantidad en el Estados Unidos entero. Algunas de sus características son el uso de granos, diversidad de condimentos y el sabor picante predominante en diversos platillos, como sopas, tortillas, burritos, guacamole, chile y hasta el famoso taco, que se convirtió en estrella del menú y llevó a creación de la famosa tradición “Taco Tuesday” – que, a pesar de ser predominante en la región de Texas, también es ampliamente adoptada en la región de Los Ángeles y California en su conjunto (para más información sobre Taco Tuesday y la presencia de la cultura latina, entre otros medios, a través de la comida, consulte el análisis del Observatorio Latino a continuación. Sin embargo, no podemos dejar de analizar el papel de la alimentación en ámbitos que van más allá del consumo final: según los autores Víctor Valle y Rodolfo Torres, los inmigrantes latinos representan alrededor del 70% de la fuerza laboral en el sector alimentario y, según Valle, “sin el arduo trabajo de estos latinos, Los Ángeles no sería la misma metrópoli que es hoy” (traducción libre).
Miami y los cubanos
Según United States CensusBureau, el Condado de Miami-Dade tiene más de 2 millones 700 mil habitantes, de los cuales aproximadamente 1 millón 800 mil son hispanos o latinos y entre estos , más de 900 mil son cubanos. Y según el PewResearch Center, dos tercios de la población cubana en EE.UU. vive en Florida. Pero, ¿por qué un número tan grande de esta población eligió Florida y, específicamente, Miami? Varios factores responden a esta pregunta, como la geografía, la economía y la política.
La proximidad del condado de Miami-Dade a Cuba es variable, con aproximadamente 150 km de distancia de la capital. Y el motivo de la inmigración se debe a muchos factores, ya sea por la cercanía histórica que se dio entre Estados Unidos y Cuba tras el fin del dominio español, o el distanciamiento de estos países, ocurrido después de la Revolución Cubana, durante la Guerra Fría y la consolidación del gobierno de Fidel Castro.
En los primeros momentos de tensiones internas, los primeros inmigrantes que se dirigieron a Estados Unidos fueron partidarios del gobierno depuesto con el ascenso de Fidel Castro durante la Revolución Cubana en los años 1960, la mayoría de los cuales provenían de la élite cubana. Sin embargo, a medida que se desarrolló la carrera armamentista, las tensiones entre la Unión Soviética y Estados Unidos crecieron y el gobierno cubano se estableció en medio de estos conflictos geopolíticos, dada su orientación socialista. El país era un punto estratégico, por su alianza con los soviéticos y su proximidad geográfica con los estadounidenses. Debido a esto, varios misiles fueron esparcidos por todo el territorio. En este sentido, los gobiernos estadounidense y soviético estuvieron a punto de verse envueltos en una guerra nuclear, la llamada Crisis de los Misiles, que terminó con la retirada de armas soviéticas en la isla. Sin embargo, Estados Unidos impuso un embargo al país, algo que afectaría gravemente a Cuba en los próximos años.
A mediados de los años 1980, con dificultades económicas y limitaciones a las libertades políticas, comenzó la segunda ola, esta vez alcanzando a las clases media y media baja. Después comenzó la tercera, que tuvo lugar, sobre todo, en el puerto de El Mariel, por donde cruzaron el Estrecho de Florida 125.000 cubanos, los llamados marielitos. Migraron en busca de mejores oportunidades de vida, siendo la ciudad de Miami un buen destino para que este grupo viviera y, en consecuencia, implementara su cultura. Y finalmente, la cuarta ola comenzó con el colapso de la Unión Soviética. En ese momento, el país entró en una gran crisis con la economía contrayéndose en un40%. En medio de la crisis y el continuo embargo, Fidel Castro, para aliviar la presión, declaró permiso para que cualquiera quisiera salir de Cuba y así ocurrió, con miles de personas saliendo del país en balsas, los llamados “balseros”.
Debido a todos estos factores, el condado de Miami-Dade recibió aún más inmigrantes cubanos, siendo un lugar receptivo para nuevos residentes. Debido a que ya era una región que recibía muchos inmigrantes del país, se desarrolló infraestructura en la ciudad para dar cabida a este creciente número de personas que llegaban. La Freedom Tower jugó un papel fundamental en la década de 1960 cuando John F. Kennedy firmó la Ley de Asistencia a Migraciones y Refugiados, abriendo el Centro de Asistencia Cubano en esta Torre donde los inmigrantes podían contar con ayuda local, servicios de salud, vivienda, finanzas y educación.
Pronto, con la consolidación de este grupo a lo largo de los años, la cultura cubana se extendió por todo el condado. En la ciudad de Miami existen dos barrios con fuerte presencia de inmigrantes cubanos, “Little Havana”, en alusión a la capital cubana, y “Hialeah”, con un 98% y el 94% de su población latina, respectivamente. En estos lugares los inmigrantes encuentran refugio y un pedacito de su lugar de origen en el nuevo país.
De esta manera, se evidencia cómo estas tres ciudades de Estados Unidos cuentan con una gran diversidad latina. Ya sea por parte de los Nuyoricans o del urbanismo latino, la influencia de la inmigración de estos grupos regionales impacta la forma en que Los Ángeles, Miami y Nueva York construyen sus identidades y son vistas en los Estados Unidos.
En las tres localidades se observó cómo el mantenimiento de grupos de migrantes logra transformar sus ciudades en lugares que puedan acoger y ser receptivos a otras culturas. En Nueva York, el camino de los puertorriqueños fue importante para la consolidación de otros grupos de la ciudad, como los dominicanos. Los Ángeles, por su parte, logró expandir la cultura mexicana a ciudades de su entorno, como Phoenix y San Francisco, además de hacer del español una lengua que forma parte de la vida cotidiana urbana. Finalmente, Miami tendría las mismas características que las otras dos ciudades, convirtiéndose el español en el idioma más hablado en la ciudad en 2008, con un 58,5% de los habitantes dominando el idioma durante eseperiodo.
La
demografía es un factor importante para comprender la realidad de
los centros urbanos actuales, y es un factor fundamental para
comprender a Los Ángeles, Miami y Nueva York con sus grupos latinos
regionales.