El Center for AmericanProgress (CAP) publicó una investigación que enumera el tiempo que tardan las mujeres latinas en llegar a las clínicas de aborto en los Estados Unidos en cada distrito congresional. Como resultado, se encontró que, en relación con otros grupos étnicos, las latinas son quienes recorren mayores distancias para llegar a los hospitales y realizarse el procedimiento. En promedio, el tiempo de conducción es de doshoras en estados sin prohibiciones restrictivas.
Para establecer un diálogo con el estudio, destacamos principalmente el libro “Violenciacontra las inmigrantes latinas: ciudadanía, desigualdad y comunidad” por Roberta Villalón del Departament of Sociology and Anthropology en St. John's University, NY), en el que se explora el contexto de vulnerabilidad de las mujeres desde diversos aspectos: nacionalidad, raza, etnia, lengua, religión, estatus migratorio (documentado o indocumentado), [...] estatus socioeconómico (Villalón, 2010, p. 10 apud Abraham, 2000; Menjívar; Salcido, 2002; Adelman, 2004). Según Villalón, este malestar no se basa únicamente en el género.
El caso Dobbs v. La JacksonWomen's Health Organization es emblemática en este contexto y sirve como un verdadero parteaguas en el tema del bienestar de las mujeres: El fallo de 2022 de la Corte Suprema de Estados Unidos puso fin a casi cinco décadas de protección constitucional para el aborto, establecida en Roe v. Wade en 1973. Desde entonces, 14 estados han promulgado restricciones alaborto, prohibiciones casi totales, y 7 estados han anunciado prohibición del aborto entre las 6 y 18 semanas de gestación, como lo demuestra la CAP.
Vale la pena señalar que el poder de determinar si el aborto será legal regresa ahora a los estados, la mayoría de los cuales parecen estar dispuestos a prohibirlo casi por completo. De hecho, muchos ya han actuado hasta el punto de ni siquiera permitir la atención en casos de violación, incesto o la salud de la paciente.
Por lo tanto, al ser el grupo étnico más afectado por esta medida, las latinas enfrentan problemas tanto de tiempo (viajes) como de recursos económicos, considerando pérdida de salarios, alojamiento y gastos de cuidado deniños.
La decisión que revocó 50 años de acceso al aborto
“Roe v. Wade” fue uno de los grandes hitos de la jurisprudencia estadounidense cuando, en 1973, garantizó la concesión del derecho a elegir tener un aborto seguro sin intensas restricciones gubernamentales. En 2022, sin embargo, la Corte Suprema del país decidió que la Constitución estadounidense no tendría competencia para conferir el derecho al aborto, redirigiendo esta decisión a cada uno de los estados, de forma individual.
La decisión de revocar “Roe v. Wade” reflejó los cambios significativos observados en la constitución de la Corte Suprema, que pasó a estar compuesta en gran medida por una mayoría conservadora. La reinterpretación de la Constitución se basó en el argumento de que el conjunto de normas legales federales no menciona explícitamente el aborto, lo que ya no conferiría la realización de un aborto como un derecho constitucional. La justificación es que no existe una base histórica y concreta que permita el otorgamiento del acto y que, por tanto, la decisión debe ser tomada por la población a partir de los representantes ciudadanos electos en cada uno de los estados.
Perfil de las mujeres más afectadas por las restricciones al aborto
Desde que se tomó la decisión en 2022, la anulación de “Roe v. Wade” sigue afectando a millones de mujeres en Estados Unidos, pero los grupos más afectados son las mujeres negras y latinas. El problema se agrava al comprender que son las latinas quienes enfrentan la mayor cantidad de barreras para mantener su salud, especialmente cuando se consideran las bajas tasas de cobertura de seguro, la falta de apoyo lingüístico y adaptación cultural, y la discriminación y desconfianza entre los proveedores de servicios. En este sentido, es necesario poner de relieve que no sólo la salud individual, sino también el futuro económico y social de la madre y el niño comienzan a verse afectados cuando no hay acceso al aborto seguro.
A modo de ejemplo, la organización no gubernamental National Partnership for Women & Families analizó un conjunto de datos del censo de cinco años de IPMUS USA y encontró que “casi 6,7 Millones de latinas (43% de todas las latinas entre 15 y 49 años) viven en los 26 estados que han prohibido o es probable que prohíban el aborto. [...] Cuando las madres no pueden acceder a los servicios de aborto, la seguridad económica y el desarrollo de sus hijos se ven afectados negativamente. [...] Más de 3 millones de latinas que viven en estos estados son económicamente inseguras. Las mujeres de bajos ingresos se ven especialmente afectadas por las prohibiciones estatales, ya que es más probable que no tengan acceso a los fondos necesarios para viajar a otro estado para recibir servicios de aborto. Además, las mujeres a las que se les niega la atención del aborto tienen muchas más probabilidades de verse empujadas a una mayor pobreza”.
Aún en lo que respecta al análisis de datos, se identificó que las mujeres latinoamericanas residentes en los tres estados de Texas, Arizona y Florida representan casi las tres cuartas partes de las latinas en estados que prohíben el aborto y casi un tercio de todas las latinas en edad reproductiva del país.
En la misma línea, en entrevista con BBC News (2022), Rebecca Rehm Tuggle, administradora de una clínica en Luisiana, dijo que si el aborto se vuelve ilegal en el estado, habrá más pobreza y muertes, ya que las desigualdades en salud para los pacientes de bajos ingresos y los grupos étnicos minoritarios ya prevalecen. Además, la mayoría de las mujeres que utilizan el servicio ya tienen uno o más hijos en casa: seis de cada 10 mujeres que abortan ya son madres, según datos de 2019 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, a pesar de la importancia de analizar el contexto sociopolítico del lugar de residencia y cómo las leyes de cada estado interfieren en la vida de estas mujeres, es de gran importancia reconocer que las dificultades van mucho más allá. En primer lugar, se entiende que los mayores costos económicos que se gastarían en realizar un aborto no son una posibilidad para gran parte de la comunidad latinoamericana, en la que las mujeres enfrentan importantes disparidades salariales y están en el sector de servicios, en su mayoría en sectores de bajos ingresos. No es sólo el coste lo que se presenta como un impasse, sino también la inflexibilidad de obtener la baja por enfermedad remunerada y el descanso obligatorio tras el aborto, en estos casos.
El espectro político de los estados americanos influye en el nivel de restricción de la atención sanitaria y del tiempo de conducción
La investigación del Centerfor American Progress informa que las mujeres en distritos representados por republicanos a menudo enfrentan mayores desafíos para acceder a los servicios de aborto. Deben viajar casi 2,5 veces más para obtener un aborto en comparación con aquellas en distritos representados por demócratas, lo que resulta en un promedio de 119 minutos de viaje en los distritos republicanos frente a 49 minutos en los distritos demócratas. Esta diferencia explica cómo la afiliación política influye en el acceso al aborto, y los estados republicanos implementan restricciones más severas.
No sólo el acceso al aborto está amenazado en los estados con representación conservadora: también lo están los derechos de privacidad. El caso “Roe v. Wade”, que anteriormente garantizaba el derecho al aborto, se basó en derechos de privacidad establecidos en casos como “Griswold v.Connecticut”, que protegía el derecho a la anticoncepción. Sin embargo, decisiones como “Lawrence v. Texas” y “Obergefell v. Hodges”, que preservaba los derechos al matrimonio y a las relaciones entre personas del mismo sexo, también están siendo cuestionados. Los conservadores han expresado abiertamente su deseo de derogar protecciones adicionales, amenazando el acceso a la anticoncepción y a la fertilización in vitro (FIV), y mostrando hostilidad hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Green Wave y la perspectiva de la solidaridad internacional
La “Green Wave” –en español “Ola Verde”- es un movimiento iniciado en América Latina por los derechos reproductivos que defiende el acceso al aborto en toda la región.
Entre los avances logrados gracias a los esfuerzos de Green Wave, el Centro de DerechosReproductivos, organización jurídica que defiende los derechos reproductivos, identificó: el logro de la decisión del más alto nivel de corte de México para despenalizar el aborto a nivel nacional, a nivel federal, en 2023; la despenalización del aborto en Argentina hasta las 14 semanas de gestación en 2020; una decisión de 2021 de la Corte Suprema de México que declara inconstitucional la penalización absoluta del aborto y la decisión de la Corte Constitucional de Colombia de despenalizar el aborto hasta las 24 semanas de gestación en 2022 en la acción “Causa Justa”. Es de destacar que la "Ola Verde" ha sido fructífera, porque el movimiento está unido en todos los países y no está asociado con partidos u organizaciones políticas específicas, a diferencia de la situación observada en Estados Unidos.
Tan importantes como las medidas jurídicas prácticas logradas han sido los esfuerzos del movimiento Ola Verde directamente con la población, para combatir el estigma que rodea a la realización de un aborto y para revisar la realidad que enfrentan las mujeres y niñas obligadas a llevar a término un embarazo no deseado. Analizando una investigación de esta realidad realizada por la organización no gubernamental Human Rights Watch, Ximena Casas, especialista en estrategias de litigio por los derechos reproductivos en América Latina, afirmó que “la criminalización del aborto no lo elimina, pero lleva a las personas a recurrir a procedimientos inseguros que ponen en peligro sus vidas. También empeora la desigualdad y la discriminación. Muchas, especialmente aquellas que viven en la pobreza o en zonas rurales, recurren a abortos autoinducidos en condiciones inseguras o buscan atención de proveedores no calificados. La tasa de aborto es mayor en los países que restringen el acceso al aborto que en aquellos que no lo hacen”.
El aumento de la conciencia sobre los derechos reproductivos de las mujeres, logrado a través del movimiento Ola Verde, hizo posible que medidas antes impensables fueran discutidas en el Congreso Nacional. En países como Honduras, El Salvador y República Dominicana el desafío aún se presenta de manera rígida, pero la lucha continúa. Según Ximena, “la hermandad Ola Verde es y será la fuerza del movimiento; ella afirma que la organización y la colaboración son lo que impulsan las demandas exitosas de los derechos de las mujeres”.
Conclusión
Los datos indicados y desglosados anteriormente revelan una realidad alarmante para las mujeres en Estados Unidos, especialmente las latinas, quienes se ven afectadas principalmente por la dificultad para acceder a abortos seguros, y la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el caso “Roe v. Wade” agravó aún más esta situación al permitir que los estados impusieran severas restricciones al aborto, afectando desproporcionadamente a las mujeres negras y latinas. Estas dificultades cobran aún más fuerza con las barreras socioeconómicas, la discriminación, la falta de apoyo lingüístico y cultural en los servicios de salud y la falta de apoyo a estas mujeres que se encuentran en un embarazo no deseado en medio de otros dolorosos desafíos rutinarios.
Afortunadamente, en cambio, el movimiento Ola Verde en América Latina ofrece una perspectiva de solidaridad e inspiración, basada en logros como la despenalización del aborto en Argentina, México y Colombia, además del levantamiento paulatino de los estigmas sobre los derechos reproductivos.
Tanto el discurso de Ximena Casas como las manifestaciones a favor de la Ola Verde ejemplifican la importancia de la solidaridad y la acción colectiva en la defensa de los derechos reproductivos, ofreciendo un modelo de resistencia y esperanza. La colaboración y la fraternidad internacionales son fundamentales para avanzar en la promoción de la justicia reproductiva. Como concluye Roberta Villalón (2010, p. 271), “las arduas vidas de las inmigrantes latinoamericanas son un testimonio de la necesidad de continuar la lucha por la igualdad y la no violencia”.