Existe una inminente escasez de trabajadores en Estados Unidos que se prevé que alcance los seis millones para finales de la década; sin embargo, la inmigración podría ser una solución importante a este desafío. El estudio de Lightcast, una empresa de datos del mercado laboral, destaca varias tendencias que están contribuyendo a esta escasez, incluido el aumento de las jubilaciones, la menor participación de hombres en la fuerza laboral y la falta de suficientes nuevos ingresantes para reemplazar a los que se jubilan.

El estudio proyecta que, a partir de 2027, por primera vez, el número de estadounidenses que cumplirán 65 años -la edad de jubilación tradicional- superará el número de jóvenes que cumplirán 16 años. Esto refleja un desequilibrio demográfico que amenaza con reducir la fuerza laboral a medida que aumenta la población de consumidores, lo que podría resultar en aumentos de precios y escasez de productos.

Además, hay una caída preocupante en la participación de los hombres en edad de trabajar en la fuerza laboral, causada, en parte, por el aumento del abuso de sustancias y el encarcelamiento, que en conjunto han sacado a 4,6 millones de estadounidenses de la fuerza laboral. Esto exacerba aún más la escasez de empleos calificados y dominados por hombres.

Según el estudio, comentado por la publicación de Latin Times, la inmigración ha sido un factor compensador de esta tendencia. En 2023, el 18,6% de la fuerza laboral estadounidense estará compuesta por inmigrantes, un aumento desde el 15,3% en 2006. Este aumento en la participación de los inmigrantes, según economistas como Mark Zandi, ha aliviado la presión sobre la economía estadounidense, contribuyendo al crecimiento económico en los últimos años.

Los inmigrantes tienden a ser más jóvenes, lo que ayuda a compensar el envejecimiento de la fuerza laboral. Si bien la tasa de natalidad en las familias nativas está disminuyendo y la generación del baby boom está abandonando el mercado laboral, los inmigrantes se han convertido en una solución importante para mantener la fuerza productiva.

Incluso con el sombrío pronóstico de Lightcast, Congressional Budget Office  (CBO) estima que la fuerza laboral estadounidense crecerá en 5,2 millones para 2034, impulsada principalmente por la inmigración. Se espera que este crecimiento contribuya a un aumento de 7 billones de dólares en el producto interno bruto (PIB) y 1 billón de dólares en los ingresos del gobierno, según el Latin Times.

Phillip Swagel, director de la CBO, refuerza que más trabajadores conducen a una mayor producción y mayores ingresos, lo que, a su vez, aumenta los ingresos del gobierno. Por tanto, la inmigración no sólo mitiga la escasez de trabajadores sino que también tiene un impacto positivo en el crecimiento económico del país.

La combinación de jubilaciones masivas, la disminución de la participación masculina en la fuerza laboral y el envejecimiento de la población estadounidense apuntan a una crisis laboral inminente. Sin embargo, una mayor inmigración emerge como una solución viable, tanto para llenar las vacantes que dejarán los jubilados como para mantener el crecimiento económico de Estados Unidos en los próximos años