Las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump contra los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) han provocado una fuerte oposición entre las mujeres que trabajan en los campos STEM en el gobierno federal. Según NBC News, aunque la administración justificó la decisión como un esfuerzo para promover la contratación basada en el mérito, muchos profesionales ven la medida como un intento de profundizar las desigualdades de género y étnicas en estos sectores. Las científicas e ingenieras han expresado su preocupación por el impacto de la nueva política en sus carreras, temiendo la pérdida de oportunidades y un entorno de trabajo menos inclusivo.

La decisión de la administración Trump llega en medio de una persistente desigualdad en los campos STEM, donde las mujeres y las minorías raciales siguen estando subrepresentadas y reciben salarios más bajos que sus homólogos masculinos. Los datos del National Center for Science and Engineering Statistics revelan que, si bien las mujeres representan más de la mitad de la población de EE. UU., ocuparon solo un tercio de los empleos STEM en 2021. Además, los trabajadores negros e hispanos estuvieron proporcionalmente menos presentes en estas carreras, mientras que los estudios indican que la progresión profesional de los grupos marginados es más lenta, especialmente dentro de las instituciones federales.

Los profesionales afectados por la nueva directriz relataron que los programas de inclusión fueron fundamentales para su inserción y permanencia en las STEM. Una bióloga federal, por ejemplo, dijo a NBC News que su trayectoria profesional comenzó con una pasantía remunerada para grupos subrepresentados, lo que le permitió competir por puestos en la industria. La eliminación de estas iniciativas, según ella, no significa mayor equidad en la selección de candidatos, sino el cierre de puertas para quienes históricamente han tenido menos acceso a las oportunidades.

La diversidad en ciencia y tecnología, argumentan los empleados, no sólo amplía el acceso a las carreras, sino que también fortalece la producción científica al incorporar diferentes perspectivas y experiencias.

Además de las barreras estructurales, la falta de espacios de apoyo dentro del gobierno puede empeorar el sentimiento de aislamiento entre las mujeres y las minorías. Los grupos de recursos para empleados, que ahora están bajo amenaza, siempre han sido esenciales para que los empleados compartan experiencias, naveguen por la dinámica del lugar de trabajo y sientan un sentido de pertenencia. Sin estas redes, muchos temen que la cultura organizacional se vuelva aún más excluyente, según el artículo.

Mientras la administración Trump argumenta que eliminar los programas DEI representa un regreso a la meritocracia, los profesionales STEM del sector público advierten sobre los efectos negativos de esta decisión. Para ellos, la diversidad no significa favoritismo injusto, sino la creación de condiciones para que todos tengan una posibilidad real de competir y contribuir al avance de la ciencia y la tecnología en el país.